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Para que gane el pueblo hace falta que pierda el capital

Mientras la vida del pueblo está empeorando a causa de la política gubernamental que promueve la protección de la competitividad y la rentabilidad de los grupos empresariales, el gobierno busca desviar el debate a lo “pequeños o grandes” que serán las medidas anunciadas por el primer ministro para aliviar la carga económica sobre las capas populares.
Al mismo tiempo las capas obreras y populares pagan para que se aumenten las ganancias del capital y para que se financien los presupuestos bélicos. Los anuncios anuales del Primer Ministro en la Feria Internacional de Tesalónica incluyen viejas y nuevas medidas que ponen en práctica los deseos más enfermizos de la patronal. Tal es el caso de la ampliación de la jornada laboral a 13 horas de trabajo y la “regulación” de la explotación de los trabajadores durante todo el año, de acuerdo con la monstruosidad antilaboral que se ha sometido a consulta estos días.
Preverá un nuevo aumento de la edad de jubilación a partir de 2027, con la activación de las disposiciones legislativas votadas por los gobiernos de ND, SYRIZA y PASOK.
Diseñarán nuevas exenciones fiscales y privilegios para el capital, con una mercantilización aún mayor de las necesidades vitales en materia de salud, educación, vivienda, etc.
Los planes del gobierno consisten en una escalada de represión y autoritarismo, para que el Estado, que es hostil al pueblo, sea más “eficaz”, especialmente ahora que se intensifican los preparativos bélicos. Ahí es donde apunta el proyecto de ley sobre el derecho disciplinario de la función pública que el gobierno se dispone a promover.
Frente a todo esto, que intensifica el ataque en todos los frentes, el gobierno intenta una nueva maniobra de distracción, anunciando “aumentos” en algunas pensiones y prestaciones, repartiendo “migajas” para reducir los tipos impositivos sobre las capas populares que están pasando apuros. Se trata de migajas que caen de la mesa del capital y que en ningún caso pueden aliviar al pueblo.
Por eso no hay tiempo que perder. El gobierno intenta en vano integrar y manipular las justas reacciones populares. Si hay algo aún más claro, es que para que el pueblo gane algo, el capital y los grupos empresariales deben perder. La política de apoyo a su rentabilidad debe sufrir golpes.
Este es el mensaje que transmiten las movilizaciones militantes que ya se están organizando con reivindicaciones de jornada de 7 horas y 5 días y 35 horas semanales frente a la vergüenza de la jornada de 13 horas, a favor de aumentos sustanciales de los salarios y las pensiones, y en contra de la implicación del país en el matadero bélico de los imperialistas.
Porque lo “contemporáneo”, lo “nuevo” no es destrozar la vida del pueblo para la competitividad del capital en “tiempos de paz” y de guerra. Lo verdaderamente contemporáneo es aprovechar todas las posibilidades actuales para satisfacer las necesidades populares, y eso presupone eliminar el obstáculo del beneficio capitalista, organizando la contraofensiva obrera y popular para derrocar el capitalismo podrido.
27.08.2025