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Mantenemos en alto la bandera del socialismo-comunismo, la bandera roja de Lenin

Las actividades políticas, sindicales, ideológicas y culturales del KKE continúan intensamente. Los militantes del KKE y de su juventud, la KNE, están actualmente en la delantera de las grandes huelgas en diversas empresas, de la preparación de la próxima huelga del 17 de abril, así como de las grandes manifestaciones de los estudiantes universitarios y secundarios contra la privatización de la Educación superior. Al mismo tiempo las fuerzas de los comunistas se movilizan contra la participación de Grecia en la guerra imperialista en Ucrania, así como contra los planes imperialistas en el Mar Rojo, están fortaleciendo la solidaridad con el pueblo sufrido de Palestina. Además, las fuerzas del KKE y de la KNE están realizando una preparación general para la batalla política de las elecciones europeas del 9 de junio. En estas circunstancias se están celebrando en todo el país actos conmemorativos con motivo de la muerte de Lenin que este año cumple un centenario.

El 20 de marzo de 2024 en la sala de Congresos, en la sede del Comité Central del KKE en Atenas, se celebró un gran acto que organizó el Comité Central del Partido. En el acto, el Secretario General del CC del KKE, Dimitris Koutsoumbas, pronunció un discurso y a continuación tuvo lugar un concierto de música clásica con obras de los compositores soviéticos Dmitri Shostakóvich y Volodymyr Femelidi, dos compositores que con su obra rindieron honor a la Revolución de Octubre y a la construcción socialista. La Orquesta Sinfónica de la ERT (televisión pública) bajo la batuta del director Christos El. Kolovós, presentó la “Octubre” (1967) de Sostakovich y la “Sinfonía del Jubileo” (1927) de Femelidi.

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En su discurso en el evento, el Secretario General del CC del KKE, destacó entre otras cosas:

La formación de una estrategia revolucionaria por cada partido comunista en su país respectivo, y que este esfuerzo sea abrazado por todo el Movimiento Comunista Internacional, es una condición fundamental para un curso realmente victorioso. La utilización de la enorme experiencia de los bolcheviques, encabezados por Lenin, enriquecida, por supuesto, con la experiencia de todas las revoluciones socialistas, con la experiencia de cada movimiento comunista en su propio país, debe ser un faro, un guía brillante en esta dirección. Nos ha preocupado por qué esta experiencia no fue asimilada y no predominó a continuación, mientras que han prevalecido y se han adoptado otros criterios, erróneos, para la definición del carácter de la revolución.

La tarea de cada Partido Comunista, precisamente porque estamos en una fase de retroceso general, de correlación de fuerzas negativa a nivel internacional y en cada región por separado, debe ser la intensificación de la preparación de la clase obrera en cada país, día a día, con un duro trabajo ideológico y político y actividad clasista, para el auge revolucionario que está por venir. Porque nuestra época sigue siendo la época de transición del capitalismo al socialismo. La época de derrocamiento del capitalismo comenzó en octubre de 1917; fue entonces cuando se marcó la dirección, cuando inició la época de las revoluciones socialistas. Por eso siguen vigentes las palabras de Lenin de que se dio el inicio, pero en qué país, los proletarios de qué país culminarán esta obra, esto no es lo esencial. Por ello no nos doblamos, no nos retiramos. Por ello estamos profundamente convencidos de que hay que finalizar esta obra.

En el centenario de la muerte de Lenin el Movimiento Comunista Internacional se encuentra profundamente fragmentado, con enormes dificultades, en su conjunto muestra indecisión, a pesar de ciertos pasos positivos en algunos países, con el esfuerzo indudable de varios dirigentes de vanguardia y organizaciones enteras en varios países del mundo contemporáneo. Sin embargo, el Movimiento Comunista Internacional en el siglo XXI debe deshacerse de las patologías del siglo anterior y, efectivamente, basarse en ciertas afirmaciones necesarias e inamovibles que en nuestra opinión son:
Primero: Nuestra teoría de orientación es el marxismo-leninismo y el internacionalismo proletario y esta teoría la desarrollamos y evolucionamos continuamente y sin cesar en base a nuevos datos. El papel del partido comunista es indispensable. El socialismo es vigente y más necesario que nunca en la historia de la humanidad. La necesidad y actualidad del socialismo, el carácter socialista de la revolución de nuestra época, no depende de la respectiva correlación de fuerzas.

Segundo: La burguesía ha perdido, incluso antes de la revolución de 1917 su papel impulsor; está en la época de la reacción total, en la época del capitalismo monopolista, es decir del imperialismo. El capitalismo en su última fase, es el capitalismo en descomposición. Tal como ha demostrado la experiencia de Octubre ya no hay lugar para una cooperación-alianza con la burguesía, o con sectores de ella, en el nombre de la defensa de la democracia burguesa o para evitar a algunas fuerzas más "belicosas o de la ultra-derecha". La burguesía y su poder, en su conjunto, socavan y suprimen derechos obreros y populares, conquistas, preparan guerras incluso en "condiciones de paz". La alianza de la clase obrera con el campesinado pobre, los artesanos y los trabajadores autónomos es la perspectiva para la consolidación de la alianza y lucha anticapitalista-antimonopolista, por el socialismo.

Tercero: En la pregunta "¿reforma o revolución?" nosotros respondemos claramente que optamos por la revolución porque los órganos del poder burgués no se pueden humanizar a través de una supuesta reforma. La línea de la socialdemocracia desde principios del siglo pasado hasta el presente ha fracasado estrepitosamente, ha causado gran daño, ha llevado a la derrota del movimiento comunista revolucionario, ha integrado a fuerzas obreras en el sistema de explotación capitalista, ha conducido al desarme de fuerzas militantes, progresistas, a favor del desarrollo social.

Cuarto: La construcción socialista, como primera fase inmadura de la sociedad comunista, demostró cuales son las leyes que la vanguardia revolucionaria debe conocer y no violar para eliminar de manera consciente y planificada los gérmenes de la contrarrevolución. Más en concreto, para la construcción y la perspectiva socialista es perniciosa la teoría y la práctica del "socialismo de mercado", tanto si justifica la tolerancia a algunas relaciones capitalistas, como si apoya durante un largo período de tiempo la producción de mercancías a pequeña escala o la distribución a largo plazo del producto social sobre la base de criterios de mercado. Los tres casos, cada uno por separado y en conjunto, socavan la planificación central, el carácter directamente social de la producción, el carácter social de la propiedad de los medios de producción, al final socavan el poder obrero, crean de nuevo, desarrollan y fortalecen a las fuerzas del derrocamiento contrarrevolucionario. Así que, en lugar de la victoria del comunismo, se regresa al capitalismo, como sucedió al final, con los acontecimientos de 1991 siendo el hito de este proceso, y a continuación a otros países como por ejemplo China.

Quinto: Las formas y los métodos de este retroceso no son tan importantes. En la antigua URSS se hizo gradualmente a través de la desviación oportunista en un período de tiempo a partir de 1956 y se manifestó violentamente en 1991, con la disolución final de la URSS y del PCUS y el ascenso al poder de nuevas fuerzas capitalistas que ejercieron el poder mediante la forma de la democracia parlamentaria burguesa. En otros lugares puede que se desarrolle de manera gradual mientras que el partido comunista mantiene el poder, pero con un claro curso hacia la restauración capitalista y la consolidación de las relaciones de producción capitalistas. Por mucho que se presente o se crea por algunos que es una solución de táctica temporal, incluso allí donde no han predominado todavía las relaciones capitalistas, pronto volverán dominantes y llevarán a una nueva ola de confusión y desilusión en las fuerzas obreras y populares llevándoles a su desarme y asimilación. La experiencia histórica ha demostrado que los problemas que se produjeron a lo largo de la construcción socialista, fueron interpretados de manera errónea como debilidades inherentes de la planificación central. Se buscó entonces una solución hacia el pasado, con herramientas capitalistas, en vez de buscar una solución en la expansión y el fortalecimiento de las relaciones de producción comunistas.

Sexto: Hoy estamos en el siglo XXI y el capitalismo domina en el mundo. La experiencia histórica enseña que, en última instancia, en el marco de un nuevo sistema social superior, como el socialismo-comunismo, no pueden coexistir, sobrevivir durante mucho tiempo dos tipos de relaciones de producción de diferentes formas: las relaciones de explotación capitalista y las que llevarán a su abolición, las relaciones socialistas. Sólo sobrevivirán unas u otras. De hecho, nuestra cosmovisión y la experiencia histórica nos han demostrado que su coexistencia es solamente un vehículo para la contrarrevolución.

Séptimo: En esta situación difícil, se están agudizando los antagonismos interimperialistas. Se están agudizando las grandes contradicciones respecto a la distribución de los mercados, el control de los recursos naturales, las rutas de transporte de energía, las mercancías, el control geopolítico y la mejora de la posición de cada país en su región y más ampliamente. Se crean nuevas alianzas y bloques de potencias que dan lugar a ejes y anti-ejes, aumentando los peligros de conflictos militares no sólo a nivel local sino además a nivel regional, así como la posibilidad de una guerra imperialista generalizada. Consideramos que de todos modos se continuarán los conflictos y las guerras locales, la implicación de amplias fuerzas regionales y de centros imperialistas, algunos con directa intervención militar, otros a través de guerras diplomáticas, políticas o económicas, etc.

Vemos lo que está pasando actualmente en el Oriente Medio con la política criminal del estado de Israel con el respaldo de EE.UU-OTAN-UE y el envío de la fragata al Mar Rojo por el gobierno de la ND, o además lo que está sucediendo en nuestra región en Ucrania con la guerra imperialista entre Rusia y el bloque euroasiático por un lado y Ucrania y el bloque euroatlántico por el otro, continuándose por tercer año.

Octavo: Frente a estos conflictos, los partidos comunistas no pueden quedarse indecisos. Deben desarrollar su propia línea de lucha para cada país y continente. Una línea de derrocamiento de la barbarie imperialista que trae crisis económicas, pobreza, desempleo y guerras o "paz" con la pistola en la cabeza de los pueblos. Y esto se debe hacer a través del estudio de la experiencia histórica, rechazando conscientemente las elaboraciones erróneas de décadas anteriores que, además de la ineficiencia, llevaron al desarme y a una mayor ineficacia de las fuerzas revolucionarias en la sociedad. Cada partido comunista debe desarrollar una línea de desvinculación del país y del pueblo de las intervenciones militares y las guerras imperialistas, en defensa de los derechos soberanos de cada país, de cada pueblo, pero al mismo tiempo con una clara línea por la derrota de la clase burguesa que ataca a otra, y una línea de ruptura y confrontación con la burguesía doméstica, una línea para derrocarla y conducir al pueblo a la verdadera paz y prosperidad y no a una situación anterior que solamente preparará nuevas crisis, intervenciones y guerras supuestamente en el nombre del interés nacional.

Al mismo tiempo es necesario desarrollar y difundir las consignas adecuadas que facilitarán y fortalecerán la lucha popular, prepararán a las fuerzas para que en condiciones de situación revolucionaria dirijan a las fuerzas obreras populares insurgentes a una lucha victoriosa para el derrocamiento del poder capitalista.

Noveno: Tal dinámica no aparecerá como un oasis, exclusivamente en un solo país. Este debate sobre lo que se debe hacer, hoy se lleva a cabo en las plazas, en nuestras manifestaciones, en nuestros mítines de huelga, en las ciudades y en los pueblos, en las fábricas, en los centros de trabajo, en las facultades, en las escuelas, en todos los países del mundo y en todas partes donde los burgueses y los oportunistas promueven el dilema "¿cómo lo haremos nosotros solos? No es realista." Se puede ver en las movilizaciones recientes de campesinos, trabajadores de muchos sectores, de los estudiantes universitarios y secundarios en Grecia, Francia, Alemania, Italia, España, Bélgica, Polonia, Portugal, la República Checa y en otras partes.
Solo el movimiento comunista, todos los que creen en los ideales y la lucha de Octubre, en el marxismo-leninismo pueden desmantelar los compromisos de la socialdemocracia y del oportunismo, refutar el derrotismo y el fatalismo.

Décimo: Nuestra arma es el internacionalismo proletario, nuestra lucha común, la solidaridad clasista y camaraderil, necesaria tanto contra el aislacionismo nacional como contra el cosmopolitismo imperialista. El principio del internacionalismo proletario es otro gran mensaje de los cien años de la muerte de Lenin y es una gran enseñanza y conclusión. Por eso estamos junto al pueblo palestino, todos los pueblos del Oriente Medio, los pueblos de Ucrania y Rusia, todos los pueblos de Europa, de Asia, de África, de Sudamérica y de Norteamérica, de Oceanía.

Sólo en la lucha de la clase obrera y de los pueblos está la esperanza del derrocamiento ante un mundo cada vez más bárbaro e injusto. Por eso desde este acto conmemorativo y de honor, pero también de pensamiento y reflexión para todas y todos, no podemos sino afirmar bien claro:

¡Mantenemos en alto la bandera del socialismo-comunismo, la bandera roja de Lenin! ¡Por un KKE mucho más fuerte! ¡Por el contraataque paneuropeo de los pueblos! ¡Por romper los grilletes de la UE! ¡Por la Grecia y la Europa del socialismo! ¡Por la Europa de los obreros, de todos los trabajadores, los campesinos, los pueblos!

 

 

 

 

22,03,2024