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21st Congress os the KKE

La Resolución sobre las tareas de los comunistas en la Clase Obrera y en el Movimiento Obrero-Sindical y la Alianza Social

Introducción

El 21o Congreso del KKE examinó la labor del Partido en la lucha por el reagrupamiento del movimiento obrero-sindical y la construcción partidista en la clase obrera y determinó direcciones para los próximos años.

Se trata de tareas importantes que, como se destaca en el Programa del KKE, la acción del Partido en condiciones no revolucionarias contribuye decisivamente a la preparación del factor subjetivo -el Partido, la clase obrera, sus aliados- para las condiciones revolucionarias, para la realización de las tareas estratégicas. Se destaca que la atracción de secciones avanzadas de la clase obrera y la agrupación de su mayoría con el KKE pasa por varias fases. El movimiento obrero, los movimientos de los trabajadores autónomos en las ciudades y los campesinos y la forma de expresión de su alianza con objetivos anticapitalistas-antimonopolistas, con la acción de vanguardia de las fuerzas del KKE en condiciones no revolucionarias, son una primera forma que llevará a la creación del frente obrero-popular en condiciones revolucionarias. Al mismo tiempo, esta lucha, con tales características es también un factor que contribuye al logro de ciertas concesiones, a la obstrucción o demora de nuevas medidas antipopulares, genera experiencia social y política, contribuye a ejercer la mayor presión posible, para que la clase obrera y sus aliados tengan confianza en sí mismos.

En la Resolución del Congreso anterior, se plantearon varios temas significativos sobre el papel del KKE en el movimiento obrero-popular. En este sentido, el 21o Congreso examinó la nueva situación, identificó aspectos positivos y debilidades subjetivas que deben ser abordadas a fondo, para que el Partido adecue su acción a las exigencias que surgen de las necesidades de los trabajadores y el pueblo, y de los objetivos que hemos planteado.

En este marco se examinaron:

1. Las tendencias básicas en la estructura de clases de la sociedad griega y la situación actual de la clase obrera, más de diez años después del estallido de la anterior crisis económica capitalista profunda, las condiciones de trabajo y de vida, de venta de su fuerza de trabajo, los factores que afectan su unidad, la formación de la conciencia política de clase, su postura ante los gobiernos burgueses que gestionan la crisis a expensas de los intereses obreros.

2. La situación del movimiento obrero-sindical, el nivel de afiliación sindical de la clase obrera y su participación en la lucha de clases. Las conclusiones de las luchas y de los esfuerzos para la creación de focos de resistencia y de reivindicación avanzados en los centros de trabajo. El bajo nivel de afiliación sindical en el punto históricamente inferior,  las causas objetivas, así como nuestras debilidades. Las tareas que surgen para cambiar la situación por un desarrollo rápido de la afiliación y de la participación en la organización sindical. La trayectoria del PAME como polo de agrupación de clase de Federaciones, Centros Laborales, sindicatos, sindicalistas que luchan en dirección anticapitalista-antimonopolista.

3. La elaboración de la experiencia de la lucha conjunta de los sindicatos obreros con organizaciones de masas de las capas populares de los trabajadores autónomos de la ciudad y de los campesinos pobres, del esfuerzo, en general, de crear las condiciones previas de su alianza social, sobre la base de las dos Conferencias Panhelénicas, que habían precedido, sobre nuestro trabajo en los trabajadores autónomos de la ciudad y los campesinos, destacando que el papel objetivamente dirigente de la clase obrera en la alianza social se debe conquistar en la práctica.

El Congreso estudió las tendencias básicas de desarrollo de la estructura de las clases sociales en Grecia en un período de 20 años, con el objetivo principal de orientar mejor y más adecuadamente el trabajo del Partido en la clase obrera. Decidió continuar el estudio y su publicación para comprender mejor aspectos que configuran su situación general así como determinar con mayor precisión los sectores de trabajadores asalariados que pertenecen a la clase obrera o se acercan a ella.

Estudió las prioridades estratégicas en la política de los gobiernos burgueses y de la UE y su influencia, las consecuencias, inmediatas o a largo plazo, sobre la clase obrera y sus potenciales aliados.

En este contexto, en base a la clasificación de la clase obrera por sector y la dinámica de los sectores, así como su importancia respectiva en la reproducción ampliada de capital social, identificó como sectores de suma importancia para el período próximo:

  • El sector manufacturero con énfasis en los grandes centros de trabajo en los sectores de Alimentación, Energía, Farmacéutica, Metal. El subsector de las grandes construcciones y de obras públicas.
  • El sector de Transporte-Logística (marítimos, aéreos, terrestres etc.) de importancia clave para el conjunto de la economía. El sector de la distribución de mercancías (transporte rápido).
  • El sector de Telecomunicaciones/Informática, por su importancia como columna vertebral de la transferencia hasta el almacenamiento de la información, el papel cada vez más importante de las técnicas para que se asegure el teletrabajo, etc. El sector de  Informática, a causa de su desarrollo tanto dentro del país como con el teletrabajo en interconexión con el exterior.
  • El sector de los servicios científicos-técnicos, con una tendencia creciente, puesto que las nuevas circunstancias económicas y sociales están aumentando las respectivas actividades.
  • Los sectores de Salud y Educación que aparte de su importancia para la reproducción de la fuerza de trabajo, son grandes sectores de concentración de trabajadores autónomos y asalariados.
  • Los sectores de Restauración-Turismo, con énfasis en las grandes unidades a las que se espera moverse una parte del empleo de las empresas más pequeñas que se están reduciendo en el centro de las ciudades.
  • En el sector de Comercio en el que continúa la centralización.

La intervención del Partido apunta en particular:

  • A la especialización de nuestro trabajo en las trabajadoras asalariadas que se están aumentando (proporcionalmente a la población femenina económicamente activa).
  • La intervención política y sindical integral en los temas del tiempo laboral y no laboral de las relaciones laborales flexibles y del teletrabajo.
  • La elaboración de marcos de lucha en sectores con salarios superiores a la media, tomando en cuenta  la presión ejercida por el capital para la reducción del salario medio.
  • La distribución de fuerzas en sectores y subsectores relativamente nuevos con una tendencia dinámica de crecimiento (comercio electrónico, logística, construcción de grandes proyectos, etc.), tomando en cuenta la re-estructuración interna en sectores y grupos empresariales que traerán nuevas inversiones de “crecimiento verde” y de “transformación digital” (p.ej. sector de Energía, de Telecomunicaciones, de Medios de Comunicación).
  • La mejora de la intervención en los sectores de Educación y Cultura que desempeñan un papel decisivo en la formación de la conciencia social, tomando en cuenta los problemas particulares del trabajo por recibos por honorarios y otras formas de trabajo temporal flexible, los derechos de autor y derechos afines, etc.
  • La mejora de la planificación de nuestra intervención en la gran categoría de asalariados que trabajan en empresas pequeñas y muy pequeñas.
  • La especialización de nuestro trabajo en los inmigrantes asalariados.
  • La planificación de intervención multifacética a los parados y sobre todo a los desempleados de larga duración que se aumentarán.

La situación en el movimiento obrero-sindical

El movimiento obrero-sindical en la década anterior sufrió un golpe aún más fuerte, se profundizó el retroceso, no sólo en el contenido de acción e incorporación de la mayoría de los sindicatos en las aspiraciones estratégicas del capital, sino además en su base e infraestructura organizativa.

Durante la última década y en la fase de la crisis capitalista, la clase obrera se ha aumentado en número y porcentaje pero su nivel de organización se ha reducido, tanto en el conjunto de la clase obrera, como por sector de producción y región.

A lo largo de este período se ha aumentado la importancia estratégica del desarrollo de la colaboración de clases por parte de los gobiernos burgueses, de los partidos liberales, socialdemócratas y oportunistas. Se ha intensificado la calumnia contra la lucha de clases, el desprecio de la  afiliación sindical. Con la intervención de la patronal, sus fuerzas políticas y sindicales burguesas se expandieron los fenómenos de desorganización, fraude y soborno, se ha formado una línea y una práctica más agresiva contra las fuerzas con orientación de clase, para proteger los intereses del capital y el sistema de explotación. En oposición a estas aspiraciones, se sitúa la acción del KKE y los sindicatos con orientación de clase.

En las Confederaciones sindicales superiores predomina
el sindicalismo estatal, gubernamental y  patronal

La acción del Partido que ha aportado resultados concretos y una experiencia importante, no ha cambiado el hecho de que en ramas y sectores básicos de la economía capitalista, los sindicatos y un número de organizaciones de segundo grado permanecen vinculados con la sección que colabora con el gobierno y la patronal que predomina en GSEE y ADEDY, que es un mecanismo de administración conjunta, de gestión de las aspiraciones y los intereses patronales y estatales, un mecanismo claramente burocrático y autoritario. A lo largo de los años se ha profundizado su papel como una herramienta del Estado y de la patronal contra la clase obrera y sus reivindicaciones, para manipular, integrar e intimidar.

Han surgido nuevas exigencias en la confrontación con ADEDY. La correlación entre las fuerzas burguesas liberales, reformistas y oportunistas no es la misma en ADEDY como en GSEE y la confrontación no se puede considerar como una réplica del sector privado. En ADEDY la vinculación de los trabajadores con el Estado es orgánica, pero también la influencia socialdemócrata-oportunista que se expresa muchas veces en sus decisiones, requiere un plan bien elaborado en el contenido, el debate y las iniciativas para afrontar las ilusiones que se crean. Más aún ya que en el terreno de la agudización de las contradicciones y los contrastes en el modo de producción capitalista, el programa de reformas de una u otra forma, que se dirige a los trabajadores del sector público, destaca el fortalecimiento del Estado en la economía, en la lógica del frente “antineoliberal”, “antiderecha”, “contra la represión”, y se especializa en el movimiento de integración de cualquier forma de radicalismo que se expresa.

Se refuerza el control estatal asfixiante de los sindicatos

Se está profundizando el marco de control estatal de los sindicatos a través de una serie de leyes, como durante el período del gobierno de SYRIZA, para la proclamación de una huelga y a continuación con las leyes de la ND sobre el marco de funcionamiento de los sindicatos y el control de su legalidad. El marco legislativo refuerza constantemente la intervención del Estado burgués. Las disposiciones legales restringen la acción de los sindicatos y la participación de trabajadores.

En condiciones de crecimiento de la economía capitalista buscan incorporar los sindicatos más profundamente no solo en una línea de consentimiento y de colaboración de clases, sino además como parte del mecanismo estatal. Para convertirlos en un mecanismo de administración conjunta “justa y democrática” de las demandas empresariales, en mecanismos burocráticos, sin la participación viva y enérgica de los trabajadores y sin un papel decisivo en su movilización. Este acontecimiento concierne también los países capitalistas de Europa. Las grandes sectores y regiones industriales forman Zonas Económicas Especiales sin presencia de sindicatos.

Esta planificación que ha sido utilizada como un tipo de experimentación, ya se ha generalizado, puesto que se refleja en una serie de leyes. Convierte el sindicato en un mecanismo del ministerio y de la patronal. El ataque contra el derecho de huelga y las nuevas leyes represivas del gobierno de la ND vienen a sumarse a este ataque.

Sin embargo, dado que se aumenta la indignación de los trabajadores, es posible que sindicatos con mayorías socialdemócratas oportunistas empiecen una lucha limitada en el “marco de resiliencia” de la economía.

La burguesía que tiene experiencia, no quiere que sus representantes en los sindicatos se desvinculen completamente de los trabajadores. Lo crucial es su orientación, por lo tanto nuestras fuerzas deben estar preparadas ante esta posibilidad.

El papel del Instituto de Empleo de GSEE

La intervención del Instituto de Empleo de GSEE y de sus sucursales, que continuará, es corrosiva. Se trata de un  Instituto vinculado a los respectivos institutos de estudios e investigación de las asociaciones de la patronal (Federación de Industrias Griegas, SEV), las Cámaras y los servicios estatales del ministerio de Trabajo y de Seguridad Social. Tiene un presupuesto de millones de euros, gestiona un gran número de programas europeos, sobre todo programas de formación, capacitación, estudios, incluso programas de Fondos EIE. Además, coopera con respectivos institutos de sindicatos en la Unión Europea, y con las instituciones de la socialdemocracia europea e internacional.

Su objetivo declarado es la consolidación de la “cooperación social”, es decir la “colaboración de clases” y por esta razón opera una Academia de Ejecutivos (Instituto de sindicalistas de la patronal). Participa y planifica conjuntamente con las organizaciones de la patronal y los gobiernos la política antiobrera y la promoción de las reestructuraciones, convirtiendo la Confederación en su formulación. Además, se utiliza para la formación de la correlación de fuerzas puesto que en muchos casos los participantes en los programas se convierten en electorado.

Fragmentación organizativa

Bajo la responsabilidad de las fuerzas que predominan en GSEE, continuó la fragmentación organizativa del movimiento obrero-sindical y su fraccionamiento en organizaciones sindicales de segundo y primer grado.

Las facciones sindicales de los partidos burgueses invocan la unidad organizativa solo cuando ésta asegura la incorporación de los trabajadores y del movimiento con orientación de clase, consolida y promueve la aceptación de la teoría de los intereses comunes de los explotadores capitalistas y los trabajadores que sufren la explotación. Cuando se forman las condiciones para que se logren elementos de unidad de los trabajadores en base a sus intereses de clase, entonces, con medidas organizativas, forman nuevas organizaciones de primero o segundo grado, buscando impulsar la fragmentación. Este fenómeno es la continuación de la vieja fragmentación gremial y es la opción de fundar organizaciones con el fin de lograr correlaciones más favorables para las fuerzas de la patronal, la desintegración de la unidad de los trabajadores, para poner obstáculos adicionales en el desarrollo de la línea de lucha antitacapitalista. En este marco, se emplean los convenios individuales y empresariales.

 

La lucha para el reagrupamiento

del movimiento obrero-sindical

El KKE ha contribuido decisivamente para que una parte significativa de la clase obrera resista y muestra resiliencia excepcional, ha mantenido vivo la importancia de la organización sindical combativa, ha reunido fuerzas, ha reagrupado sindicatos, ha educado a una nueva generación de luchadores en línea contra los capitalistas, el Estado, sus mecanismos y sus alianzas imperialistas.

Esta acción del KKE ha contribuido, especialmente en los años de la crisis capitalista anterior, para que la situación de retroceso del movimiento obrero-sindical no fuese total.

Nuestro Partido ha acumulado importante experiencia positiva y negativa en la elaboración de nuestra táctica, ha formado una infraestructura ideológica-política y organizativa crucial, y fuerza en el movimiento, para luchar con el fin de mitigar y cambiar la situación actual en dirección de fortalecer la unidad de la clase obrera, su orientación de clase para el contraataque obrero-popular, para liderar la alianza social en dirección anticapitalista, antimonopolista.

Sin subestimar los factores objetivos que han contribuido al distanciamiento de sectores de la clase obrera de la organización y acción sindical con orientación de clase, el aumento de nuestras exigencias con respecto a la capacidad de actuar y al mismo tiempo confrontar la presión ejercida por la correlación de fuerzas en dirección de asimilación, así como el subjetivismo de que la intervención del Partido es el único factor para el derrocamiento de esta correlación negativa, son índices de fortalecimiento del KKE.

Hemos definido el contenido básico del reagrupamiento del movimiento obrero como la preparación y el desarrollo de su capacidad de actuar con decisión y eficacia, en alianza con las capas populares de los trabajadores autónomos en las ciudades y en el campo que luchan por sobrevivir, contra la estrategia elaborada unificada del capital y del poder capitalista. Nuestra acción debe adaptarse a la tarea del reagrupamiento que es de importancia estratégica.

Trabajamos en la clase obrera y su movimiento sindical constantemente en todos los sectores y en nivel local en los barrios, los municipios, las ciudades y los pueblos, teniendo siempre un plan integrado de organización y movilización de las masas obreras-populares, de funcionamiento y acción de las organizaciones sindicales, la fundación de nuevas, el cambio de la correlación en los sindicatos, para contar pasos, resultados, hacer correcciones si resulta necesario.

Una cuestión crucial es la percepción única en el siguiente tema: “El Partido Comunista actúa tanto de forma autónoma como dentro del movimiento”. Este elemento de nuestra acción, que deriva del hecho de que el propio Partido Comunista es la forma de expresión superior y consciente del movimiento obrero, no debe aparecer como dos tareas ni se debe separar completamente el trabajo sindical del trabajo partidista-político ni tampoco deben identificarse. Prestamos atención particularmente al trabajo de dirección para superar problemas como es la comprensión práctica de la relación del Partido con las organizaciones sindicales. Todo esto se vuelve más complejo en condiciones de retroceso del movimiento que nos quitan la posibilidad de una mayor dinámica en nuestra acción y, al mismo tiempo, no crean condiciones favorables para la construcción partidista, que es un factor clave para el auge del movimiento obrero.

Sobre la elaboración de un marco de lucha reivindicativo
en las organizaciones obreras-sindicales

Partidos burgueses y oportunistas, fuerzas del sindicalismo patronal y gubernamental plantean la consigna de la “reconstrucción productiva” en el marco de diversos programas. En realidad es una expresión de la recuperación capitalista a través del cambio de “modelo productivo”. Hoy se promueve la “transición verde” utilizando como pretexto la confrontación del “cambio climático”. Se trata de objetivos de lucha en el movimiento que se utilizan para atrapar el movimiento en diversas versiones de la política burguesa.

La GSEE y las grandes federaciones del sindicalismo patronal-gubernamental promueven un marco integral de especialización de las orientaciones estratégicas del capital, complementario y en algunos casos más especializado que el “Informe de Pissarides”, reproduciendo ilusiones de que el desarrollo capitalista puede ser beneficioso tanto para la patronal como para los trabajadores.         

Los dos caminos de desarrollo -uno a favor del capital, otro a favor del pueblo- serán la principal línea de enfrentamiento en el próximo período en el movimiento obrero sindical, que encontrará su expresión en cada sector. Centrándonos en los sectores de importancia estratégica, se requerirá una acción más estable, persistente, planificada en cada sector, con elaboración especial para cada centro de trabajo y sindicato, con el objetivo de agrupar fuerzas, cambiar la correlación y construir fuertes organizaciones del Partido.         

En todo caso, se confirma que se necesita un trabajo ideológico, político y organizativo superior en el Partido y una elaboración continua del conflicto ideológico-político dentro de las filas del movimiento, contra las fuerzas políticas burguesas, los patrones, el Estado, la estrategia del capital en su conjunto, pero también contra el oportunismo. A través de la intensificación del trabajo ideológico-político y el desarrollo de la capacidad de los comunistas a especializar en cada movimiento por centro de trabajo, rama, etc., se puede promover la organización, la agrupación y la agitación de los trabajadores, el aumento de la influencia política del KKE dentro de la clase obrera, que es un factor decisivo para la radicalización de la conciencia, el fortalecimiento de la acción política clasista de los trabajadores, que planteará el tema de los derrocamientos radicales a nivel de poder.

Con el movimiento en retirada y el ataque de la burguesía cada vez más fuerte, el esfuerzo por organizar la lucha, formular demandas y reivindicaciones requiere un estudio constante, un contacto vivo con los centros de trabajo y  ajustes necesarios que revelen los planes del capital y de sus gobiernos, los impasses del sistema capitalista y aprovechen la más mínima posibilidad que se presente para agrupar a los trabajadores, ayudarles unirse y participar en la lucha colectiva. Centramos nuestra atención en el objetivo de convertir la organización sindical de base en un valioso instrumento de lucha obrera, un arma para fortalecer la organización de la clase trabajadora, su postura combativa en la reivindicación de sus derechos como condición previa para orientar la lucha contra el capital y su poder, en combinación con la influencia de las ideas comunistas y los desarrollos generales que determinarán el resultado de la lucha de clases.

En la fase actual, es necesario asimilar como orientación política que la formación de los marcos de lucha requiere tener vínculos profundos con la clase obrera, tomando en cuenta su situación actual, sus necesidades, sus problemas, sin incorporarnos ni asimilarnos, evaluando en todo caso el nivel, la experiencia acumulada en cada sector y centro de trabajo. En varios casos, la lucha para que los trabajadores no queden atrapados en una u otra versión de intereses del capital requiere la preparación adecuada de un marco de lucha más avanzado como p.ej en el puerto del Pireo con demandas que respalden la consigna “el puerto debe ser propiedad popular” y la dirección de la lucha que se precisa para que esto se convierta en realidad.

Jugamos un papel principal en la organización de la lucha obrera como condición previa para comunicar, para formular las demandas junto con los propios trabajadores, que es un elemento de educación combativa, y para plantear la necesidad de reclamar todas sus necesidades y derechos. Especialmente en la situación actual, los trabajadores en todos los centros de trabajo y sectores tienen enormes y agudos problemas. Existen centros de trabajo y sectores donde los trabajadores están mal remunerados o no se pagan regularmente, trabajan con horarios flexibles, etc., pero también hay otros centros de trabajo y sectores donde los problemas aparecen de forma diferente. Al mismo tiempo, los problemas de los trabajadores no están determinados exclusivamente por el nivel del salario, sino también por la política general, de Seguridad Social, la Salud, la Educación, etc. Ni tampoco están determinados solo por la política de cada capitalista individual. El trabajador y la trabajadora son “objeto” de explotación por toda la burguesía.

Somos conscientes de que el marco de la lucha por la satisfacción de las necesidades contemporáneas no se adopta desde el principio por todos los sindicatos y por los trabajadores ya que cada parte de la clase obrera está objetivamente influida en primer lugar por la situación que experimenta en su centro de trabajo, en su sector. Decisivamente debemos superar hablar con lemas generales o limitar nuestra propia intervención en el marco que plantea la correlación negativa dentro del movimiento o una movilización, sin tener ilusiones sobre qué concesiones o retrocesos se pueden hacer en el marco del capitalismo. Sin embargo, no se pueden poner límites estrechos de antemano en la lucha de clases que está en desarrollo.

El aumento del grado de organización de la clase obrera es el resultado de la combinación de varios factores, con la intervención de importancia decisiva del Partido y el alcance de sus ideología y política. La ausencia de la lucha es un terreno donde puede crecer el derrotismo, mientras que la participación crea las condiciones para que uno adquiera experiencia de las luchas y gane confianza en sí mismo.

En particular, la lucha contra las relaciones de trabajo flexibles, con toda su variedad reaccionaria, objetivamente se desarrolla en un enfrentamiento con una opción estratégica del capital que se impulsa con diferenciaciones en todos los sectores como tendencia general. Es un campo de controversia que con la intervención de los comunistas puede consolidar conclusiones más generales sobre el sistema de explotación, sobre qué dirección debe el movimiento dirigir sus flechas.

La reivindicación del aumento del sueldo, del salario, la firma de Convenio Colectivo de Trabajo, la reivindicación de horario fijo, la abolición de las horas extras, la reducción de la jornada laboral son demandas vitales que chocan con el corazón de las reformas burguesas, mientras que al mismo tiempo las necesidades totales de las familias obreras populares es la línea de agrupación, de fortalecimiento de la lucha, de confrontación con la estrategia del capital. Son demandas clasistas que podrían conducir al auge de la lucha, a la mejora de la organización, bajo la precondición de que las elaboramos correctamente, no de manera mecanicista, sino tomando en cuenta todos los factores, en los marcos de lucha en el movimiento sindical. Trabajamos con la convicción de que el auge de la lucha de clases y del reagrupamiento puede dar algunas conquistas inmediatas en uno u otro grado. Aprovechamos de la experiencia de la lucha y de las conquistas logradas, para que la clase obrera se dé cuenta de que se requieren cambios radicales.

El Partido debe reforzar la intervención ideológica-política para que dotar al movimiento con un marco de lucha reivindicativo por las necesidades contemporáneas de las familias obreras y populares. Las necesidades contemporáneas conciernen todos los aspectos de la vida (salarios, condiciones de trabajo, salud, educación, vivienda, tiempo libre, ocio, vacaciones, utilización de las nuevas tecnologías en beneficio de las personas etc.). Tomamos en cuenta que la conciencia social se desarrolla también por los asuntos que plantea el sistema político burgués, como la construcción ideológica que resalta los derechos individuales, las teorías irracionales sobre el “género social”, etc. Todos estos son temas que conciernen el movimiento obrero y popular, y que gozan de popularidad entre los más jóvenes. Al señalar todas las necesidades contemporáneas permite fortalecer la reivindicación, orientar la lucha contra las verdaderas causas, señalando a la vez los límites del sistema capitalista, destacando las posibilidades y las condiciones para satisfacer estas necesidades. Nuestro objetivo es que todo esto llegue a constituir una causa de la clase obrera y de las demás fuerzas sociales aliadas. Es cierto que esto no se puede hacer de un día para otro. Al principio se adoptarán demandas sobre asuntos destacados, habrá  escaladas y retrocesos mientras avanza la lucha de clases. Su reivindicación integral se irá logrando en el curso de la lucha de clases, con el mejoramiento evidente de la correlación en la lucha política, con la sacudida del poder burgués, y, ciertamente, en condiciones de ascenso revolucionario. La satisfacción de las necesidades sociales contemporáneas constantemente crecientes es una cuestión del poder obrero revolucionario y de la construcción socialista-comunista.

Los nuevos cambios en los derechos laborales y en la ley que concierne los sindicatos, aprobados en la víspera del 21o Congreso, exigen que actualicemos los objetivos en frentes de lucha importantes, en la cuestión del salario y de los convenios colectivos de trabajo, en el teletrabajo, en la distribución del tiempo de trabajo, en el sistema de seguridad social, en cuestiones de salud y seguridad en los centros de trabajo, en las relaciones flexibles, en los convenios de tiempo definido y en los programas que “reciclan” el desempleo en el sector público, en el salario mínimo, en la revelación de los objetivos de una mayor privatización de las grandes unidades de producción. Hay que integrar la lucha por la confrontación de los problemas agudos en empresas y sectores, en la lucha general por los derechos de los trabajadores y de sectores populares de las capas medias.

Nuestra intervención e iniciativa con el fin de que los sindicatos desarrollen tales luchas, no es un frente de lucha fácil ni tampoco garantiza la escalada. Se ha desarrollado una nueva situación. Va creciendo la masa de jóvenes que trabajan sin haber conocido convenios colectivos de trabajo y otros derechos de generaciones anteriores, y esto actualmente concierne la mayoría. Por regla general, el nivel y las formas de remuneración se basan en una multitud de relaciones laborales flexibles donde prevalecen los convenios de trabajo individuales.

Los órganos directivos, las Secciones del Comité Central y los Grupos Partidistas deben insistir en cuestiones de orientación y especialización del marco de lucha con respecto a ciertos sectores de la clase obrera, como son las mujeres, los inmigrantes, los trabajadores jóvenes y de aprendices, para que se mejoren más decisivamente la organización y la participación de estos sectores en los sindicatos, así como la promoción de cuadros sindicales, particularmente mujeres e inmigrantes, es decir en sectores claves en los que hemos quedado atrás.

Asimismo, hay que prestar atención en asuntos de dirección en nuestra intervención acerca de otros problemas que conciernen al conjunto de las fuerzas obreras y populares, como son la Seguridad Social y el gran tema de la Salud. Hay que seguir adelante con este gran tema que planteamos antes de la pandemia, así como durante su estallido, sobre la protección de la salud y de la seguridad en los centros de trabajo, la situación en el sistema de Salud, las reivindicaciones para el Sistema Hospitalario Público de Salud y la Atención Primaria de Salud. Hay que continuar el esfuerzo para la organización de movilizaciones que pueden contribuir al cambio de la correlación en los sindicatos en grandes unidades públicas de Salud, en la Federación de Médicos Hospitalarios, así como para la coordinación de sindicatos obreros, de fuerzas en los trabajadores autónomos y los comerciantes, as asociaciones de la OGE, las asociaciones de campesinos.

Sobre la planificación de una intervención integral en la clase obrera

 

La experiencia positiva y negativa acumulada reafirma la importancia de la intervención integrada de nuestras fuerzas que incluye un marco de lucha elaborado adecuadamente, un debate acertado contra la influencia de las fuerzas burguesas y oportunistas en el movimiento y la postura ideológica-política independiente del Partido. El cumplimiento combinado de estas tareas, que no se identifican y cada una requiere una planificación y elaboración especial, es necesaria para la expansión de la agrupación de fuerzas obreras y populares en la confrontación con la estrategia del capital.

Particularmente en las condiciones actuales de una correlación de fuerzas extremamente negativa, de pérdida de las características de masa por los sindicatos y de su conservadurismo, la mejora de la capacidad de nuestras fuerzas de intervenir en el movimiento es una tarea compleja y exigente. Requiere un cierto nivel teórico, ideológico, político y seguir de cerca los acontecimientos, conocer los problemas y elaborar los argumentos que destacan sus causas. Los sindicatos están integrados por obreros y obreras con diferente nivel de conciencia de clase, con diferente experiencia y acción sindical, mientras que por su naturaleza la lucha sindical gira en torno de las condiciones de venta de la fuerza de trabajo. Además del contacto independiente y directo del Partido, se requiere la intervención de los comunistas en los órganos y las filas del movimiento sindical, para que los sindicatos avancen en el camino de la lucha antimonopolista-anticapitalista.

Un problema grave del trabajo de dirección de los Órganos es la asimilación, la utilización y la especialización de nuestras elaboraciones, para que nuestra intervención por una parte no sea una transferencia mecanicista de la propaganda partidista central y por otro lado no esté limitada en la repetición de las demandas del marco reivindicativo que proponemos en cada fase de una lucha. Hay que arrojar luz sobre el gran potencial para satisfacer las necesidades populares crecientes a fin de contribuir al crecimiento de la exigencia y de la combatividad por su satisfacción. Este esfuerzo se debe fortalecer a través del trabajo partidista sistemático por la defensa del socialismo.

Se requiere un esfuerzo de dirección para mejorar la capacidad de nuestras fuerzas de señalar los criterios de selección de demandas, para revelar el mecanismo de explotación, para señalar las condiciones de resistencia y contraataque contra la estrategia del capital. Nuestra intervención debe apuntar de manera justificada contra el verdadero enemigo de clase y no solo el respectivo gobierno, para contribuir a la consolidación y profundización de la orientación anticapitalista-antimonopolista del movimiento. Debe fomentar la necesidad de ampliar la lucha por derechos y necesidades más amplios, para la formación de diversos frentes, para dar un impulso a la escalada de la lucha, a la coordinación a nivel local, sectorial y panhelénico. Ciertamente, es necesario dar una respuesta inmediata en base a la situación actual pero no debemos dudar en plantear temas que están silenciados o no parecen ser de gran o inmediato interés para los trabajadores.

El debate acertado con respecto a la confrontación, en la medida de lo posible, de la influencia burguesa y oportunista sobre el movimiento es de particular importancia en las circunstancias actuales en las que el gobierno de la ND ofrece de nuevo la posibilidad a SYRIZA y otros partidos a fomentar ilusiones sobre la posibilidad de una gestión favorable al pueblo por un gobierno burgués “progresista de izquierdas”, o que las ilusiones sean fomentadas por el miedo del conflicto.

El trabajo persistente de dirección para abordar faltas y deficiencias en la asimilación de posiciones y elaboraciones ideológicas-políticas básicas, para superar dificultades de especialización por sector y centro de trabajo, es un factor decisivo para la ampliación y profundización de nuestros lazos con la clase obrera. Esto desempeña un papel significativo tanto para asegurar la marcha común combativa con fuerzas obreras populares de vanguardia, como para la aproximación efectiva de trabajadores con percepciones liberales, socialdemócratas y oportunistas consolidadas. Contribuye a la efectividad del esfuerzo para  que se configuren condiciones para la organización y participación en el movimiento sindical de masas populares pasivas, desilusionadas e inmovilizados. Además, contribuye a fortalecer la resistencia de las fuerzas obreros ante la presión de lograr resultados espectaculares inmediatos, a la comprensión del carácter de largo plazo, de las dificultades objetivas y de las exigencias de la lucha ideológico-política en las filas del movimiento.

La experiencia que hemos acumulado muestra además que es muy importante que el Partido, con la acción de sus cuadros y miembros, tome iniciativas no solo para destacar asuntos sino además para intervenir ampliamente entre los trabajadores, para plantear correctamente desde el principio las demandas, el plan y la orientación, independientemente de la dimensión que adquieran.

La ayuda brindada por los dirigentes debe dar un impulso a la iniciativa desde abajo, el buen conocimiento de la situación en cada centro de trabajo, sin subestimar ningún problema, que puede ser la gota que colma el vaso, para poder desarrollar acción inmediata en el lugar donde se intensifica la situación.

Sobre todo, se requiere estar preparado a intervenir por los problemas que derivan de la situación política más general, como recientemente con la pandemia. En tales ocasiones se pueden lograr algunos resultados inmediatos en las luchas, sobre todo bajo en el ascenso de la conciencia política de clase.

Cuando se forman condiciones de mayor o más pequeña movilización entorno a problemas agudos, los miembros del Partido están en la primera línea e intervienen, incluso cuando se desarrollan por organizaciones y agrupaciones en las que no tenemos la mayoría o representantes. De manera colectiva y concreta evaluamos en cada momento la forma y las escalada de nuestra intervención. Esto concierne también nuestra actitud ante movilizaciones que evaluamos como necesarias, concentraciones de huelga sectoriales organizadas por Federaciones y aún más por las organizadas por sindicatos de primer grado, para que los comunistas con los simpatizantes y los sindicalistas que se agrupan al PAME intervengan, participando en el bloque de sus sindicatos.

En tales cuestiones de expresión práctica de nuestra línea en el movimiento, es un error quedarse atrapado en esquematizaciones, en las que la división se hace en base al lugar y el tiempo de una concentración, sin que ello nos lleve a la esquematización contraria, es decir, convertir la concentración en una mezcla de fuerzas en aras de una “unidad” sin forma y con una línea desorientadora.

Los asuntos de la intensificación de la represión estatal, de la intimidación patronal en los centros de trabajo, del ataque contra los derechos sindicales, los derechos de los refugiados y los inmigrantes, no los afrontamos separadamente de la tendencia general del sistema α lα reacción y la política general de implementación de los objetivos estratégicos del capital, sino de modo complementario a estos. Por eso consideramos que son temas que deben estar en la primera línea de la lucha del movimiento obrero con orientación de clase, de la alianza social.

Esta lucha debe fortalecer la orientación anticapitalista-antimonopolista general de la lucha, destacar la esencia clasista de la democracia burguesa, contra los puntos de vista que separan la represión del carácter del estado burgués, fortaleciendo falsos dilemas como “progreso-conservadurismo” y facilitando ilusiones con respecto a una gobernanza socialdemócrata. En esta lucha todos y todas tienen una posición. La defensa de los derechos obreros sindicales se basa en la indisciplina organizada, en la lucha por cancelar en la práctica las leyes reaccionarias y revelar el papel de todos los gobiernos burgueses que las han mantenido y ampliado durante su administración (SYRIZA 2015-2019, KINAL/PASOK anteriormente) mientras que el partido Eliniki Lisi ya destaca como prioridad la intensidad de la represión.

Tenemos la posibilidad y es necesario evaluar a tiempo y objetivamente la disposición de las masas, intervenir de manera planificada y organizada como vanguardia en el contenido, la dirección, las formas de organización y lucha, jugando un papel destacado en procesos colectivos del movimiento de masas, con atención y flexibilidad en la ampliación, sin que se atenúe la vigilancia y el debate ideológico y político.

 

El curso del PAME y la ampliación de las organizaciones sindicales
que agrupa son un elemento clave para el reagrupamiento

La creación y acción del PAME durante todos estos años ha demostrado ser una decisión de suma importancia. Se fundó por una iniciativa de los comunistas que desarrollan una acción de vanguardia en el movimiento obrero sindical y es una agrupación de Federaciones, Centros Laborales, sindicatos y sindicalistas con orientación de clase, que luchan en dirección anticapitalista-antimonopolista; es un gran logro del movimiento.

La evolución del curso y su alcance son significativos. Se ha convertido en un punto de referencia, expresa la necesidad del reagrupamiento y del contraataque del movimiento obrero-sindical, de la existencia de un polo distintivo con orientación de clase en lucha contra el sindicalismo patronal-gubernamental y la línea de la corriente oportunista.

Hoy día en el PAME se agrupan 335 sindicatos de primer grado y 25 de segundo grado (9 Federaciones y 16 Centros Laborales). Sin embargo, este curso positivo no debe traer ninguna complacencia, porque no anula la pérdida de las características de masas de los sindicatos y los problemas en su funcionamiento y acción.

Los cuadros y miembros del KKE que son electos en los órganos y participan en las organizaciones sindicales de la clase obrera tienen la responsabilidad de reforzar el papel y la masividad de los sindicatos que participan en el PAME, para que se garantice y se amplíe como agrupación de clase en el movimiento sindical que actúa en condiciones de procesos colectivos y masivos, con la participación activa de los trabajadores y no se limita en el marco asfixiante del control estatal de la actividad de masas. Tienen la responsabilidad de garantizar el funcionamiento y la acción de los sindicatos y a través de nuestra acción, hacer madurar en sus filas y confirmar la agrupación en el PAME, profundizar su acuerdo con la línea de lucha en dirección anticapitalista.

Hay que tomar en cuenta y no menospreciar el hecho de que entre los miembros de un sindicato que tomó colectivamente la decisión de participar en el PAME, existen diversos puntos de vista y, por supuesto, desacuerdos, prejuicios y confusiones. Incluso en los sindicatos en los que la fuerza mayoritaria o primera en votos son los comunistas, no es correcto interpretarlo como un acuerdo total con el marco y la línea del PAME, aún cuando en los estatutos del sindicato se reconoce el principio de la lucha de clases y se acepta como objetivo declarado la abolición de la explotación.

El trabajo de los comunistas con respecto a la elaboración de las posiciones y las consignas en cada sector, sindicato, para la elaboración de demandas y argumentos adecuados, de un marco de lucha, la planificación de la acción, para optar por las formas de lucha apropiadas, es necesario también en los sindicatos que participan en el PAME.

Es aún más necesario en sindicatos que no pertenecen al PAME, en organizaciones sindicales en las que los comunistas son minoría o ni siquiera tienen representantes; aún más en centros de trabajo sin representación sindical. Hay que tener  conciencia y separar la crítica hacia opiniones que expresan los trabajadores de la crítica hacia los líderes del sindicalismo gubernamental-patronal o hacia la línea de fuerzas oportunistas porque en el primer caso no nos dirigimos al oponente de clase, sino a los trabajadores que objetivamente está en su beneficio chocar con los capitalistas y su Estado, luchar junto con nosotros para derrocar el capitalismo.

Veintidós años después de la fundación del PAME, es necesario continuar con nuevas iniciativas, objetivos y plan, a nivel central y en cada sector, para hacernos aún más capaces a través de nuestra acción en el movimiento obrero-sindical, contribuir para que el PAME sea su portador principal, representando amplios sectores de la clase obrera. Por lo tanto, hay que ampliarse a través de las luchas para conquistar la mayoría en nuevos sindicatos, Federaciones, Centros Laborales, con un plan que promoverá el refuerzo de la masividad de los sindicatos y la creación de nuevos, la organización de nuevas masas obreras, aumentando aún más su influencia, dando un impulso a los sindicatos en los que los comunistas no son la mayoría, a tomar parte en la lucha común. Todo ello se realiza en combinación con la intervención ideológica-política de los comunistas en el centro de trabajo, trabajador por trabajador, para poder ganar sectores de la clase obrera firmemente con la política del KKE, y emanciparlos de la ideología y política dominante.

La comprensión de esta cuestión es una condición previa para enfrentar un peligro existente de complacencia y de compromiso en los Órganos directivos y en los Grupos Partidarios, bajo el peso del retroceso del movimiento, para los muy pequeños pasos que se dan para la masificación de los sindicatos y la ampliación del PAME con nuevos.

Las organizaciones sindicales que participan en el PAME han tomado iniciativas que han llevado a la acción común con otros sindicatos que no se agrupan en el PAME en torno a importantes frentes de lucha, lo cual ha demostrado nuevas posibilidades. En total, en todas las iniciativas, unos 165 sindicatos que no se agrupan en el PAME decidieron participar en las acciones comunes. La coordinación combativa ha llegado a tal punto que en los últimos años se han convocado 6 huelgas generales en los últimos 3,5 años con decisiones de sindicatos y organizaciones sindicales de segundo grado, superando la actitud subversiva y abiertamente contra la huelga de la mayoría de la dirección de GSEE que las socavó abiertamente. Este esfuerzo y acción común con las agrupaciones radicales en los movimientos de los campesinos, de los trabajadores autónomos y los artesanos, las mujeres y los jóvenes son un factor de despertar y de presión a las organizaciones sindicales en que las fuerzas  mayoritarias son las que se oponen o no entienden la necesidad de la orientación clasista del movimiento.

Es necesario seguir manteniendo y aumentando el número de sindicatos y otras organizaciones de masas en torno al PAME (que no pertenecen al PAME), a través de procesos masivos, debate, un esfuerzo constante, planificación en cada sector y región. Unas veces serán más, a veces serán menos, intentando que cada iniciativa del movimiento de clase se convierta en objeto de debate con las demás fuerzas, con el fin de crear grietas.

Intentamos agrupar en el PAME sindicalistas y sindicatos a través de una acción planificada y con decisiones colectivas. Buscamos revelar a los trabajadores, las fuerzas que obstaculizan la organización de su lucha o que pretenden subyugar el contenido y el desarrollo de su lucha a los intereses capitalistas. Este es el modo más sustancial para que los trabajadores saquen conclusiones a través de su propia experiencia, lo cual es un proceso que por si mismo no es suficiente para la maduración de la conciencia obrera revolucionaria, que sin embargo se trata de una condición significativa.

La lucha contra la línea patronal y gubernamental, así como contra la posición oportunista, se debe desarrollar con procesos masivos en el sindicato de primer grado, en el sector, en la industria. Hay que mantenernos firmes ante las grandes exigencias de los procesos masivos de los sindicatos (asambleas generales, concentraciones, reuniones) a través de los cuales nuestras propias fuerzas acumulan experiencia y se vuelven más capaces. Esta es la base para cambiar la situación en los sindicatos y educar nuevas fuerzas para el movimiento.

Esta orientación se debe conquistar en profundo y de manera unificada por el conjunto de los órganos de dirección y los Grupos Partidarios centrales. Todas las Federaciones y los Centros Laborales en los que nuestras fuerzas son mayoritarias, deben tener un plan y una orientación correspondiente; lo mismo vale para los Grupos Partidarios respectivos.

El sindicalismo gubernamental y patronal, la “cooperación social”, a pesar del descrédito de la GSEE, predomina en las federaciones principales y en los sindicatos de sectores estratégicos (Energía, Bancos, Transportes, Telecomunicaciones), de los que obtiene su fuerza en GSEE. Es un elemento que pesará y pondrá obstáculos en el reagrupamiento durante los años siguientes. Por supuesto, las dificultades objetivas también pesan, porque a pesar del cambio en la composición en los centros de trabajo y en las relaciones laborales, la reducción de los trabajadores permanentes contratados por las facciones sindicales de los partidos gubernamentales, siguen siendo lugares con la parte más dura de la aristocracia obrera que ha mantenido un cierto nivel de beneficios y de ingreso, incluso durante la década de la crisis.

En los años anteriores se ha reforzado el debate sobre el papel de los sindicatos, la orientación de la lucha, el ascenso del grado de afiliación a los sindicatos. Se ha manifestado a través de luchas en las que los comunistas jugaron un papel destacado, como en congresos de Centros Laborales, de Federaciones, en el propio congreso de la GSEE en la ciudad de Kalamata, en Rodas, en Kavuri, donde contribuyeron en la revelación de los mecanismos y los métodos de la patronal y del Estado burgués para la manipulación del movimiento sindical-obrero, el soborno abierto o encubierto de conciencias, la intervención sin pretextos de la patronal. Se ha reforzado la confrontación con las fuerzas burguesas y oportunistas que unen sus fuerzas contra el Partido, así como contra el PAME.

A través de estas confrontaciones se ha destacado la posibilidad de unir fuerzas con los comunistas, incluso los sindicalistas que no están de acuerdo con el conjunto de nuestra política.

Los cambios positivos en los consejos de Centros Laborales han formado condiciones más favorables para la escalada de la lucha y del debate, pueden contribuir en el esfuerzo principal de aumentar la afiliación a las organizaciones sindicales de primer grado, lo cual no es un asunto que se puede solucionar automáticamente, sino requiere una orientación estable e iniciativas respectivas. A pesar de esto, todavía existen muchas Federaciones y Centros Laborales en los que no intervenimos o no hay ningún comunista electo.

La situación varía por ciudad, y por sindicato, en lo que respecta a los sindicatos que se agrupan en el PAME, así como en los que los comunistas son minoría o no hay ningún comunista electo. Es decir, hay sindicatos que tienen problemas de funcionamiento y de capacidad de movilizar a los trabajadores.

La fuerza organizativa y la influencia del KKE en cada sector y centro de trabajo es un elemento crucial para que cambie la situación. Se requiere una previsión temprana, una orientación estable y planificación por parte de los órganos de dirección y los Grupos Partidarios, lazos estrechos con las masas, formación política-ideológica, capacidad de hacer maniobras, audacia e iniciativa para salir adelante.

El repliegue del movimiento obrero-sindical en nuestro país, sufre también el impacto de la situación en el movimiento sindical internacional, el dominio de los sindicatos “libres” a nivel mundial y europeo, el dominio de la CES (Confederación Europea de Sindicatos) que es parte orgánica de la UE. La GSEE participa y es miembro de la CES.

Nuestro partido apoya la necesidad de fortalecer el movimiento de clase en cada país, tal como esto está expresado a través de las filas de la Federación Sindical Mundial (FSM) y las organizaciones que participan en esta. El PAME, como frente de agrupación de sindicatos y sindicalistas, participa en la FSM y en su dirección, y sus federaciones sectoriales en las sectoriales respectivas de la FSM.

En los años anteriores se desarrolló una acción internacional muy significativa con campañas de información, coordinación de movilizaciones combativas, solidaridad con grandes huelgas, en las que las organizaciones que participan en la FSM desempeñaron un papel principal p.ej en la India, con millones de huelguistas, en Sudáfrica, en Francia etc. Hay que continuar y apoyar esta acción.

La FSM se ha fortalecido con nuevas organizaciones de todos los continentes (p.ej. COSATU en Sudáfrica, India y en Europa) lo cual ha sido un objetivo en los años anteriores, con el desarrollo de la actividad común con organizaciones de segundo grado como es la Unión Local de Marsella, uniones locales de distritos de París, la Federación de Petroquímica de CGT, sindicatos en Italia y España.

El reconocimiento del PAME a nivel internacional es importante. Cabe destacar la concentración del Primero de mayo en 2020 que recorrió el mundo.

La FSM se fundó justo después del final de la II Guerra Mundial Imperialista, con la Victoria Antifascista de los Pueblos, el 3 de octubre de 1945 en París. Ha soportado la contrarrevolución y con la contribución de las fuerzas del KKE y de otros sindicalistas luchadores, a nivel mundial, ha desarrollado nuevas actividades revelando posibilidades de agrupación y de coordinación común.

El debate ideológico-político se desarrolla también en el marco de la FSM, donde se refleja la situación del Movimiento Comunista Internacional. Incluso organizaciones sindicales que apoyan el sistema burgués y por sus propias razones (históricas, geopolíticas, etc.) se han integrado en la FSM, buscan aprovechar el debilitamiento de los reflejos anticapitalistas, la confusión ideológica que prevalece también en fuerzas comunistas que actúan en el movimiento sindical internacional. Los comunistas que participan en el movimiento sindical internacional deben tomar iniciativa para desarrollar el debate sobre la correlación en cada una de estas organizaciones que participan en la FSM, su perspectiva, su marco de lucha, nuestra intervención.

El aumento del grado de organización es una tarea principal
para la agrupación de la clase obrera

Hoy en día, es más necesario pensar, sobretodo, en cómo se fortalecerá la afiliación sindical de los trabajadores en los centros de trabajo. Es una tarea crucial y un criterio básico de un accionar eficaz. La organización en el centro de trabajo, el ascenso del grado de organización de la clase obrera y los cambios de correlación son objetivos básicos que hay que luchar por conseguirlos, de manera unificada, en cada sector, en cada región.

Trabajamos activamente en todos los sindicatos, independientemente de la forma de su organización (sindicatos sectoriales, empresariales o de profesiones afines). La situación en las mayores regiones del país, donde se concentra la mayoría de la clase obrera, en Ática y Tesalónica, demuestra que la gran mayoría de los trabajadores sindicalizados está en los sindicatos de empresas.

Los sindicatos sectoriales pueden reunir a la gran masa de los trabajadores jóvenes que trabajan en condiciones de movilidad y flexibilidad, con nuevas formas de empleo, sin excluir el conjunto de los asalariados de su acción. Pretendemos que los sindicatos sectoriales contribuyan sobre todo en la organización en los grandes centros de trabajo, que unan la lucha con los sindicatos en las grandes empresas, en cada sector y que coordinen sindicatos entre distintos sectores. La experiencia anterior y contemporánea ha demostrado que es difícil desarrollar luchas con éxito, si no se basan en una organización firme en cada empresa. Podemos especificar esta orientación, de manera más precisa, en cada sector.

Nuestro objetivo es que el sindicato sectorial con orientación clasista en una ciudad o prefectura se convierta en centro de coordinación y lucha de los sindicatos que existen en grandes empresas con iniciativas conjuntas, oposición a las cúpulas sindicales pactistas y colaboracionistas, con la mirada puesta a la gran mayoría de los trabajadores y empleados, con un plan por sector para cambiar la correlación y ampliar el PAME con nuevas fuerzas. Tenemos importante experiencia de los sectores de Restauración, Medicamentos, Metal, Prensa e industria papelera de los años anteriores.

Hay centros de trabajo en todo el país en los que jugamos un papel destacado para la creación de nuevos sindicatos, como es el comercio minorista concentrado (centros comerciales de todo tipo, cadenas alimentarias, supermercados), en el sector de turismo con cientos de hoteles, en la industria de Alimentos etc. Donde haya sindicatos, desarrollamos una acción de vanguardia en ellos incluso si nuestras fuerzas son mínimas. Donde no hay sindicatos, contribuimos con un plan en la creación de sindicatos sectoriales así como de sindicatos en empresas en grandes centros de trabajo, que pueden reunir todos los tipos de trabajadores en cada empresa, en centros comerciales, en conjuntos empresariales.

Hay que estudiar de manera más sustancial el contenido y las formas de nuestra intervención en sectores que tienen un desarrollo dinámico, que se priorizan por el capital y están en una fase de concentración de nueva mano de obra. Respectivamente, es necesario estudiar los cambios internos también en sectores de importancia estratégica. Debemos estudiar los datos de su evolución, de su representación en la infraestructura partidaria y sindical, las exigencias, destacando los elementos objetivos que influyen y crean dificultades, como por ejemplo, la organización del movimiento sindical al nivel de federaciones, y también al nivel de sindicatos de primer grado que no corresponde a las evoluciones de un sector y no cubren el conjunto de los trabajadores en este.

Al nivel de las federaciones de segundo grado, optamos por la federación sectorial y no por las federaciones de profesiones afines que causan división y fragmentación. Debemos contribuir en la fundación de sindicatos en regiones que combinan armoniosamente el trabajo en el centro de trabajo y en el lugar de residencia con buena preparación y concentración de fuerzas, pero debemos tener cuidado no establecer sindicatos de manera improvisada en cada municipio y región. Sobre todo en los centros urbanos de Atenas, de Tesalónica, hay municipios con gran población y concentración de miles de trabajadores, en sectores, como el comercio, la restauración y el turismo que no es posible cubrir por los existentes sindicatos, cuya sede está lejos, y teniendo en cuenta el nivel actual de experiencia de los trabajadores de su participación en los sindicatos. No obstante, mientras y donde no haya sindicatos, debemos trabajar para establecer comités de lucha de trabajadores que pueden funcionar como una primera forma de sindicatos.

Al mismo tiempo, apoyamos y promovemos nuevas formas de organización, al lado de los sindicatos, que reunirán una gran parte de los trabajadores, que está en “precariedad”, bajo relaciones de trabajo flexibles, trabajo en “negro”, bajo continua movilidad, sin conciencia de sector de trabajo. Tales iniciativas de organización y de acción colectiva son los centros de reunión de trabajadores y de juventud, los centros de reunión de trabajadores griegos e inmigrantes que funcionan en el marco de la solidaridad, de la expresión y acción colectiva, enseñando la lengua griega a trabajadores inmigrantes y refugiados que aunque no son formas de organización dentro del marco oficial del movimiento sindical, sin embargo pueden unir a los trabajadores, educarlos en la organización colectiva.

Una cuestión principal es la acción de los sindicatos con respecto a los problemas de los inmigrantes, teniendo en cuenta que objetivamente son parte de la clase obrera de Grecia. Se ha demostrado, por la experiencia, que es una cuestión difícil. El desarrollo de la actividad por la defensa de sus derechos es necesaria, en contradicción con la búsqueda del capital de utilizarlos para disminuir aún más el precio de la fuerza laboral en su conjunto.

Es necesario ocuparnos más sistemáticamente con los inmigrantes para que se incorporen en los sindicatos y luchen junto con los trabajadores griegos, tanto para sus problemas que son generados por el sistema de explotación, como para el conjunto de cuestiones que conciernen a la clase obrera. Esta tarea es un elemento clave para la masificación y el reagrupamiento del movimiento obrero-sindical, y, con la atención adecuada, debe expresarse en los órganos del movimiento sindical a través de la elección y promoción de inmigrantes que están en la vanguardia. En este sentido, hay que seguir de cerca el proceso de incorporación en el trabajo de refugiados reconocidos que deciden permanecer en el país.

Además, aparte de la acción que deben desarrollar los sindicatos, con la intervención de los comunistas, para la afiliación de mujeres y trabajadores jóvenes, hay que aprovechar mejor las posibilidades y los contactos de las Asociaciones de Mujeres con mujeres trabajadoras en el Comercio, el Turismo, la Salud, la Educación. Esto dará un impulso a los sindicatos y tendrá un impacto positivo a su masificación, en la medida que estos coordinan su acción y se ocupan enérgicamente con todos los asuntos que conciernen a las familias obreras-populares y los jóvenes. Hay una multitud de cuestiones para actuar teniendo como punto de partida el lugar de residencia, en combinación con la confrontación de problemas en el centro de trabajo. Además, las actividades en la cultura (música, teatro, libros), en los deportes, las actividades de solidaridad, con una intervención organizada en el tiempo libre, aspiramos que lleven a la creación de núcleos de agrupación y de formación cultural. Un impulso a esta acción puede dar la utilización de artistas, científicos e intelectuales.

Las personas con discapacidad (PCD) de posición u origen obrero-popular son una parte significativa de la población. La satisfacción de sus necesidades diarias y, mucho más, sus necesidades adicionales dista relativa o totalmente de las posibilidades actuales de la ciencia y del avance tecnológico. Es un campo de intervención del sindicalismo gubernamental y patronal, de las acciones filantrópicas de los grupos empresariales, etc. Las cuestiones que conciernen las personas discapacitadas y sus familias, la elaboración de un marco y de objetivos de lucha contemporáneos, en el próximo período deber tener prioridad en la intervención del Partido en el movimiento obrero-popular, así como en el movimiento de personas con discapacidad, en sus organizaciones y agrupaciones.

Una cuestión crucial es el objetivo de integrar a las personas con discapacidad y sus padres en las organizaciones de masas respectivas, y nuestra intervención para guiarlos en dirección radical y de clase. En este sentido es necesario asignar y disponer fuerzas. Respectivamente, hay que mejorar nuestra intervención en las asociaciones de los enfermos crónicos.

Destacando como frente crucial lo de la Seguridad Social, se ha logrado llevar a cabo una acción firme y una agrupación más amplia entre los jubilados con la contribución decisiva de las fuerzas del Partido. El CCL (Comité Coordinador de Lucha) de las organizaciones coordinadas de jubilados agrupa la mayoría abrumadora de las organizaciones de jubilados. Tiene una acción significativa, con orientación correcta, con varias movilizaciones de masas, particularmente en un período en que mecanismos empujaban al movimiento de jubilados a reclamar sus demandas en los tribunales. Intensificamos nuestro esfuerzo por aumentar la afiliación de los jubilados a sus sindicatos y confrontar la fragmentación del movimiento de jubilados. La afiliación de los jubilados a sindicatos a base de prefectura y municipio en las grandes ciudades, pueden ayudar a la acción común, la coordinación con sindicatos y organizaciones de masas sobre cuestiones de salud, prevención y atención a las personas mayores. Al mismo tiempo, es importante fortalecer el CCL con reuniones conjuntas de sindicatos del sector público y privado, como se ha demostrado la experiencia.

La lucha por el papel de los sindicatos es una lucha ideológica, política y organizativa dura, en primer lugar contra los capitalistas y sus uniones, contra los gobiernos burgueses, los partidos burgueses y, por extensión, contra sus fuerzas en el movimiento. Hoy día, la burguesía con sus partidos y el gobierno toman nuevamente medidas contra el movimiento sindical, con el fin de ampliar su manipulación, prepararse ante períodos más difíciles para la gestión burguesa.

Ha vuelto la invocación de lo no partidista, lo independiente, lo exento de identidad política partidista. Desde luego, el sindicato tiene autonomía organizativa, la cual nosotras  defendemos enérgicamente contra la múltiple intervención de la patronal y del Estado. Además, está claro que el movimiento sindical, los sindicatos no son partidos para tener un propio programa de poder. Se dirigen a todos los trabajadores, independientemente de su posicionamiento político e ideológico. Sin embargo, constantemente se enfrentan a las consecuencias de la economía explotadora y su poder, y por lo tanto en confrontación y conflicto no solo con cada capitalista sino además con el gobierno y los partidos burgueses. No existe neutralidad clasista en los sindicatos. Por supuesto, esta confrontación no se lleva a cabo de manera uniforme, puesto que no existe conciencia política de clase unificada desarrollada. Conseguir que esta conciencia madure a través de las luchas y las intervenciones de los sindicatos es un asunto complejo que deben abordar los comunistas.

Sin embargo, el Estado, mediante la reciente ley busca asestar un golpe duro al funcionamiento de los sindicatos, refiriéndose o utilizando como pretexto problemas existentes. La falta de asambleas generales, concentraciones y visitas de sindicalistas en los centros de trabajo, los congresos podridos en aulas vacías, solo para elegir al juntas directivas y representantes con la presencia de fuerzas de represión, sin discusión y debate, muestra la degeneración que fue el resultado de una opción consciente. Utiliza medios como las votaciones por correo electrónico, que son presentadas como una modernización para poner fin las asambleas generales.

Esta dirección será implementada y coexistirá con la escalada de la represión y de los obstáculos a la acción de los comunistas en el movimiento obrero-sindical, para limitar la afiliación y actividad sindical, sobre todo con respecto a la agrupación sindical al PAME de sindicatos con orientación  clasista.

De acuerdo con la nueva “legalidad” que se está formando, en el período próximo se aumentarán los fenómenos según los que instituciones del estado burgués (ministerios, tribunales, etc.) y los empleadores no reconocerán sindicatos y decisiones colectivas, rechazarán con pretextos jurídicos la firma de convenios colectivos de trabajo, penalizarán la acción, así como los procedimientos masivos de las organizaciones sindicales. La confrontación del movimiento sindical-obrero con respecto al control más asfixiante de los sindicatos por el Estado es un frente serio de intervención y lucha ideológica, política y de masas.

Durante el período de la pandemia, se ha acumulado una rica experiencia de la “indisciplina organizada” y la actividad de sindicatos contra las prohibiciones y las medidas represivas adoptadas por el gobierno bajo el pretexto de la “crisis sanitaria”.

A través de la organización y la participación masiva de los trabajadores en los procedimientos y la acción colectivos de los sindicatos, aspiramos no solo cuestionar el marco legislativo reaccionario, sino además, en casos de diversas prohibiciones, a afianzar de facto la existencia, el funcionamiento y los procedimientos colectivos de los sindicatos, ejercer mayor presión sobre las entidades estatales y patronales, para que se vean obligadas a tolerar, o incluso reconocer legalmente, la acción de sindicatos, así como destacar los límites de la legalidad burguesa.

Utilizando como pretexto la pandemia, se ha intentado imponer la elección de los representantes en los consejos servicio en Educación y en algunos otros sectores públicos por votación electrónica. La abstención casi universal -más del 90% del personal docente no participó en este proceso- muestra que los trabajadores resisten, tienen reflejos y entienden lo reaccionario de estas normativas.

Enfocamos la ayuda de dirección y el apoyo a los comunistas que actúan en el movimiento sindical-obrero en el contenido del accionar en los sindicatos de primer grado para que estos sean realmente organizaciones que reúnen a la mayoría de los trabajadores y organizaciones que llevan a cabo la lucha de clases. Esto concierne tanto a los órganos del partido, y  en particular los Comités Sectoriales, como a los Grupos Partidarios de las Federaciones, los Centros Laborales y, por supuesto, el Comité Central y su Sección para el Trabajo Obrero-Sindical.

El desarrollo de una red integral de organizaciones sindicales y la concentración de fuerzas contra el enemigo de clase, no se pueden realizar sin mejorar y elevar, bajo la responsabilidad de los comunistas, el funcionamiento de los sindicatos, de modo que que las juntas directivas estén al tanto de los problemas de sus miembros, de la situación en los centros de trabajo y las ramas, una planificación firme de iniciativas que promueven el marco de lucha, que se preocupen por encontrar caminos y formas que faciliten la participación de los trabajadores. Hay que hacer uso de las formas y posibilidades, para que el obrero sindicalizado, ya sea en el sindicato sectorial ya sea en el sindicato de empresa, desempeñe su papel, no limitar su participación meramente en las elecciones del sindicato. Hay que ayudarles para que en los centros de trabajo, en el sector de la producción en que pertenece, se conviertan en “el ojo y el oído” del sindicato. Junto con los demás trabajadores sindicalizados se puede formar al principio un grupo o un comité del sindicato incluso informal que informará a los trabajadores, que tomará iniciativas de lucha contra la patronal, que movilizará a los compañeros de trabajo. Esto será una primera forma de un posible comité sindical o de un comité por la seguridad y la salud. Podría  atraer a otros trabajadores a afiliarse al sindicato. Una cuestión de dirección de gran importancia para los próximos años es aumentar el número de trabajadores que trabajan activamente en el entorno de las juntas directivas de los sindicatos, lo cual hace crecer la infraestructura de las organizaciones sindicales, configurando al mismo tiempo un plan y las condiciones para lograr la mayoría en sindicatos, Centros Laborales y Federaciones, lo cual no atañe unilateralmente la lucha en vistas de las elecciones en los sindicatos.

Un asunto que deben abordar los órganos de dirección en los próximos años es guiar a los miembros del KKE y de la KNE en lo que se refiere a su participación y acción tanto en los sindicatos como a los problemas agudos de las familias populares en el lugar de residencia. Hace falta insistir para derribar cualquier barrera que sobreviva entre la acción del sindicalista comunista en su centro de trabajo y en el lugar de residencia, derribar la vieja estimación de que el sindicato se ocupa solo de los problemas en los centros de trabajo, y que los demás problemas incumben a los camaradas de las OBP territoriales o a los camaradas encargados de los temas de la Administración Local.

El trabajo por ejemplo para la afiliación y participación de los trabajadores en las actividades del sindicato es mucho más complejo y difícil que en años anteriores. El gran descrédito de los sindicatos, el retroceso generalizado, consituyen obstáculos serios. Para dar los pasos que se requieren, hace falta desarrollar la confianza indispensable en el luchador de vanguardia-comunista-sindicalista. Por consiguiente, hace falta ser activos en todos los campos: debemos estar a la vista en el trabajo, en el barrio, en la Asociación de Padres de alumnos, en el Centro de Salud; frente a cada problema, pequeño o grande, debemos tomar la iniciativa, fomentar la discusión en torno a todos los problemas en el centro de trabajo y estar constantemente alentando –a través de diversas formas e iniciativas- a participar en el sindicato. Estando en la vanguardia, lo que también significa trabajando acertadamente en lo ideológico-político para que se esté asimilando más ampliamente la necesidad de organizar la lucha enfrentándose a la estrategia del capital.

Es necesario constituir comités coordinadores de sindicatos y de otras organizaciones del movimiento o de comités de lucha en base territorial, en el barrio, en la ciudad

 

La coordinación y acción conjunta de sindicatos obreros y otras organizaciones de masas han contribuido como forma de intervención. Se han organizado movilizaciones y actividades de solidaridad en zonas afectadas por desastres naturales (Mandra, Mati, Lesbos, Karditsa, Samos). Los comunistas han llevado la delantera en organizar la solidaridad dentro de los sindicatos, pero también en resaltar las causas de las catástrofes, reclamando infraestructuras y servicios para la protección de desastres naturales (incendios, inundaciones, terremotos), en movilizaciones de masas contra la política de los gobiernos burgueses, de las autoridades en las Periferias y los municipios; política que concierne al medio ambiente y a la calidad de vida de las capas populares, a la gestión de residuos, a industrias que contaminan en Ática, el Pireo, Salónica Oeste, Volos y recientemente en Tesalia por causa de las turbinas eólicas. Son ejemplos de lucha del movimiento obrero en frentes más amplios que ha adquirido un carácter de acción coordinada de sindicatos obreros con sindicatos de trabajadores autónomos, con Asociaciones Campesinas, Asociaciones de Mujeres, de la juventud, con consejos estudiantiles, Asociaciones de Padres etc.

De particular importancia ha sido la intervención y el papel del Partido ante el agravamiento del problema de los refugiados en las islas y en zonas de Grecia continental, la actividad de vanguardia contra el confinamiento de los refugiados, a fin de contrarrestar las fuerzas reaccionarias que actuaban y actúan con el apoyo de aparatos de muchos tentáculos, estatales y otros, ONG, que pretenden asimilar fuerzas obrero-populares. Una experiencia valiosa ha sido la actividad de los Centros Laborales de Lesbos, Samos, Grupo Norte del Dodecaneso, de la Sección de la Confederación de sindicatos de empleados públicos (ADEDY) de la Prefectura de Quíos, que se situaron al frente de la reacción justificada de sectores amplios del pueblo contra la política gubernamental y de la UE, contra los planes y acuerdos imperialistas que son responsables del confinamiento de los refugiados. El pueblo rechazó la presencia de fuerzas represivas reforzadas en las islas, expresó su solidaridad con los refugiados, a la vez que aisló a los grupos fascistas con sus consignas.

La experiencia que surge de la posibilidad de formación de Comités Coordinadores de sindicatos obreros con otras organizaciones del movimiento o Comités de Lucha en ciudades y barrios debe ser utilizado de manera creativa sin esquematizaciones.

En la práctica, han existido formas respectivas en el pasado, p.ej los comités populares que surgieron para hacer frente a problemas actuales como los cortes de electricidad, de agua, las subastas de primera vivienda, deudas a bancos, a las Oficinas Tributarias y embargos, desnutrición y hambre de nuestro pueblo, falta de asistencia médica y de protección de la salud, con la creación de consultorios médicos sociales, clases populares para los hijos de familias populares y otras formas de solidaridad en los barrios, en los sectores y otros lugares, en condiciones de memorandos consecutivos y de crisis profunda.

En el período más reciente, han surgido nuevas formas como los Comités Coordinadores de sindicatos y otras organizaciones  con resultados positivos en la mayoría de los casos, la masificación de la lucha pero, y además como  formas relativamente más estables de acción coordinada en relación con las reuniones amorfas, las supuestas “asambleas de base”, “los grupos de ciudadanos”, etc.

Sin embargo, no son una forma permanente de expresión de la alianza social aunque contribuyen a una mejor comprensión de su importancia. No debemos estar complacientes con respecto al trabajo especial de la acción conjunta de la clase obrera con los sectores populares de las capas medias aliadas a través de sus movimientos en los que actúan también los comunistas. Se requiere un trabajo especial en el Partido y en el movimiento obrero-sindical con orientación de clase para adoptar también objetivos de lucha conjuntos, a pesar de las diferencias que surgen de su postura diferente hacia los medios de producción y por tanto sus vacilaciones.

El modo de avance de las agrupaciones radicales, la alianza en el movimiento, requiere un seguimiento estrecho, sacar continuamente conclusiones útiles y hacer correcciones donde sea necesario.

Con la acción planificada y de vanguardia de las fuerzas del Partido y de la KNE, hay que contribuir para que se forme sobre la base de problemas agudos, a nivel territorial, en la ciudad o en el barrio, un movimiento combativo que agrupe amplias fuerzas populares y su orientación se fortalecerá dentro de la propia lucha. Al mismo tiempo, habrá que crear fundamentos e infraestructura de sindicatos sectoriales y de empresas en el ámbito territorial. Mediante la ampliación del marco reivindicativo de los sindicatos, es decir, más allá de las demandas laborales económicas, habrá que luchar por resolver todos los problemas obreros y populares, teniendo en cuenta su agudización, y la escalada que es necesaria. Habrá que crear condiciones previas para la actividad conjunta con las organizaciones de los trabajadores autónomos, con otras organizaciones de masas, las Asociaciones de Mujeres, las Asociaciones de Padres de alumnos, etc.

La iniciativa de los comunistas en todos los ámbitos debe apoyarse en posibilidades actuales, agrupar y movilizar otras organizaciones en torno a demandas justas, que abrirán el camino para comunicarnos y luchar junto con fuerzas populares más amplias. Es probable que intervengan también otras fuerzas políticas, pues se trata de organizaciones de masas, a través de sus representantes en las organizaciones del movimiento. Por esta razón, se requiere una buena preparación acerca de todos los temas, las demandas, los marcos y las formas de lucha.

A través de tal intervención, el movimiento emerger más  masivo y fuerte en lo organizativo, se pueden dar pasos adelante en liberar fuerzas obreras-populares de la manipulación capitalista, para que no queden atrapadas en el sistema, ni en ilusiones socialdemócratas y oportunistas, para que unan fuerzas con el Partido y la KNE. Para que se den pasos adelante en fomentar la alianza social, para que la dirección de la lucha adquiera una orientación anticapitalista-antimonopolista.

Sobre la intervención del Partido en los aliados de la clase obrera
y la promoción de la alianza social

El Congreso ha afirmado la necesidad de asimilar las resoluciones de las dos conferencias nacionales recientes que fueron organizadas y realizadas en base a la Resolución Política del XX Congreso: la Conferencia Panhelénica sobre la intervención del Partido en los trabajadores autónomos de la ciudad y la Sesión Plenaria ampliada del Comité Central sobre el trabajo en los campesinos pobres, para crear una percepción más unificada sobre la determinación de los aliados potenciales de la clase obrera, la dirección de nuestra intervención en sus movimientos y la promoción de acciones conjuntas en la perspectiva de la alianza social en dirección antimonopolista-anticapitalista.

Debemos esforzarnos por efectuar las Resoluciones y mejorar nuestra capacidad de dirigir nuestra intervención también en estas fuerzas sociales. Esta tarea no corresponde solo a las fuerzas partidarias en los trabajadores autónomos en la ciudad o los campesinos. Se señalan posiciones-resoluciones elaboradas que deben concentrar la atención de toda la militancia en el período próximo.

1. En la alianza social se incluyen los trabajadores autónomos principalmente de las ciudades y de los pueblos que se caracterizan por la propiedad privada en los medios de producción y posiblemente por un capital comercial o de otra índole limitado, y extracción limitada de plusvalía.

La atención del Partido se centra en los trabajadores autónomos sin personal, a sabiendas de que es posible que empleen a miembros de la familia o mano de obra no registrada, sobre todo por temporadas. Reafirmamos la necesidad de priorizar sectores básicos de concentración de trabajadores autónomos -Comercio, Restauración, Construcciones, Manufactura, Transportes- y al mismo tiempo reforzamos la orientación, en artistas  científicos, que trabajan como autónomos, como son algunos profesionales de la salud (p.ej. fisioterapeutas).

Reafirmamos que en las capas medias más bajas existe gran diversificación de un sector a otro y de un tipo de trabajo a otro, mientras que las capas medias altas están obviamente ligadas con los intereses de la propiedad capitalista. Los órganos partidistas y las OBP deben priorizar su trabajo en estas fuerzas sociales, conocer su composición, evaluar los diversos sectores en base a los criterios leninistas generales, así como en base a los análisis y las evaluaciones contemporáneos del Partido, tal como se formularon en las dos Conferencias del Partido.

En cuanto a los campesinos, priorizamos nuestra intervención en los que luchan por sobrevivir como campesinos y productores agrícolas individuales, es decir los que su supervivencia depende de su trabajo con la producción agrícola.

Las Organizaciones Partidistas deben insistir en el conjunto de criterios que hemos establecido, tomando en cuenta la dimensión económica de la explotación, el grado de extensión del trabajo asalariado y sobre todo el trabajo permanente, el monto de los subsidios.

La experiencia reafirma que el acercamiento partidista y la organización sindical de los productores agrícolas muy pequeños que tienen una explotación agrícola con el fin de obtener un ingreso adicional, deben efectuarse desde el punto de vista de su relación laboral principal y no como campesinos. Los mismo vale para los trabajadores de tierra, tanto permanentes como temporales, principalmente inmigrantes, así como para las trabajadoras en el proceso de una primera selección y empaque.

2. Se confirma que para ampliar los pasos el trabajo con los aliados de la clase obrera es necesario que el propio partido lleve a cabo una intervención especializada e independiente en su movimiento, enfocando constantemente en el desarrollo de la lucha en torno a sus problemas básicos, p.ej. entre los trabajadores autónomos el tema de impuestos-deudas, la seguridad social, etc. También entre los campesinos pobres teniendo como eje básico el coste de producción, la renta/los precios, la protección de la producción, etc.

Se ha demostrado que con reivindicaciones bien elaboradas podemos hacer un trabajo con impacto entre los trabajadores autónomos y los campesinos pobres de otras convicciones políticas, aproximar a fuerzas que aunque parten de puntos diferentes, sin embargo están de acuerdo con nosotros en ciertos asuntos básicos y están dispuestos a luchar.

Se trata de una base que usamos para abrir intervenir con perspectiva, con el marco general de nuestra lucha ideológica y política. Se precisa preparación para ampliar el debate sobre las causas de los problemas, los cuales deben vincularse con el sistema socio-económico y, por consiguiente, con el sistema político, el capitalismo en su conjunto, para responder a la lógica de la “unidad nacional y desarrollo productivo” de cada gobierno, destacar la necesidad de estabilidad en la dirección del contenido y de las formas de lucha, etc.

Un tema clave es que los órganos que se ocupan de estos temas y el funcionamiento de los Grupos Partidistas deben enfocarse en un mejor estudio del área de responsabilidad, el seguimiento de los acontecimientos y del debate, la elaboración y especialización de los marcos, las posiciones, la generalización de la experiencia de la lucha.

La cuestión de la línea de agrupación masiva y combativa de carácter anticapitalista-antimonopolista o al menos la difusión de ideas radicales en espacios más difíciles requiere una planificación de relativamente largo plazo con especialización, priorización de pasos, ajustes basados en la situación actual.

El nivel de la intervención de los comunistas, por supuesto en combinación con las medidas correspondientes, para que se mejore la difusión y el alcance de nuestras posiciones en estas capas, es un proceso complejo con aciertos y retrocesos.

3. Ninguna forma de agrupación, ninguna forma de movimiento puede tener un carácter perpetuo e inmutable. En ocasiones, una forma de agrupación puede adoptar características antimonopolistas, a veces más superficiales, a veces con reivindicaciones más avanzadas. La selección de las respectivas formas de agrupaciones a nivel panhelénico, según la correlación general principalmente en los sindicatos de tercer grado, se hace con el objetivo de reunir miembros de sindicatos, aumentar la masividad de asociaciones, comités de lucha y federaciones  en una dirección antimonopolista, que en su esencia es anticapitalista, con el fin de coordinar su acción. El objetivo es que se vuelvan más masivas, más combativas, ampliar su acción, fortaleciendo la alianza con todos los oprimidos, los obreros, los campesinos, los autónomos de las ciudades, las mujeres y los jóvenes de las familias populares.

En el movimiento de los autónomos en las ciudades, un tema crítico en el que se debe centrar la preocupación del Partido es la necesidad de mejorarse la intervención "desde abajo" con el fin de crear de nuevo condiciones de coordinación panhelénica o en base de periferia en una dirección antimonopolista radical. 

En esta dirección nos orientamos a proponer nuevas formas de coordinación. A nivel de Ática apoyamos el esfuerzo de la federación de Sindicatos Artesanales de Ática (OBSA). La lucha se radicalizará en la medida que la estabilización y expansión de nuestras fuerzas en las grandes ciudades y los sectores de masas combinen la iniciativa inmediata de reivindicar sobre ciertos problemas con la revelación fundamentada de las causas de los problemas, es decir de la lucha ideológica y política en el movimiento.

Respectivamente, entre los campesinos pobres buscamos la organización de los campesinos que tienen un motivo de supervivencia como productores agrícolas, por pueblo o por grupo de pueblos, en forma de Asociación Agrícola. Un primer paso puede ser el Comité de Lucha, especialmente en la fase de movilizaciones. El objetivo es establecer Federaciones de Asociaciones Agrícolas a nivel de prefectura o regiones vecinas. La cuestión de su abordaje es exigente, requiere planificación, flexibilidad, escalada de la intervención ideológico-política constante y de masas, de la acción de vanguardia de los comunistas con un marco adecuado de lucha, consignas, formas de lucha propuestas.

Apoyamos al Comité Panhelénico de Bloqueos (PEM) y su marco de lucha, el esfuerzo que la coordinación panhelénica se exprese en formas de organización más estables y formas alternas de lucha, en el sentido del reagrupamiento del movimiento campesino, de la ampliación continua de la agrupación de fuerzas en una dirección antimonopolista contra la PAC. 

4. La promoción de la alianza de la clase obrera con los trabajadores autónomos en las ciudades y los campesinos es, en primer lugar, una tarea de los comunistas. Bajo su propia responsabilidad, el movimiento obrero sindical con orientación de clase logrará pasos combativos más estables, con formas de organización de fuerzas sociales cuya propia posición social les conduce a mayores oscilaciones y vacilaciones

Es errónea la percepción de que la alianza social se desarrollará desde el principio sobre la base de la aceptación de las reivindicaciones de la clase obrera por los sectores populares de las capas medias como muestra de solidaridad o porque, al fin y al cabo, los intereses generales de la clase obrera -la propiedad social de los medios de producción- son progreso social para estas fuerzas también, que en esta base es dada la posición de liderazgo de la clase obrera en la alianza. Esta posición objetiva de la clase obrera en el progreso social revolucionario, en la práctica social debe ser lograda bajo la responsabilidad de su vanguardia ideológica-política organizada.

La forma en que los órganos del movimiento obrero-sindical -bajo la responsabilidad en primer lugar de los comunistas- se dirigen a las asociaciones de los trabajadores autónomos, a los campesinos pobres, es un elemento sustancial que hay que conquistar. Por esto es necesario elaborar una línea y un marco de lucha especializados y confrontar el traspaso mecanicista de posiciones, formas de lucha y experiencias adquiridas en el movimiento obrero.

Los comunistas deben intervenir en el movimiento obrero sindical para que éste, a través de procesos colectivos esenciales (llamado a juntas directivas, reuniones conjuntas, etc.) traiga en la mesa cuestiones de debate y de condiciones de vida (servicios de Salud, Seguridad Social, Educación, Bienestar Social, infraestructura social, necesidades alimentarias y servicios de protección contra desastres naturales) que conciernen más ampliamente a familias obreras-populares, que conciernen a la mayoría de los trabajadores autónomos y los campesinos pobres, apoye sus demandas de protección ante las subastas, ejecuciones hipotecarias, etc, se oponga a las guerras, intervenciones y presiones imperialistas. Este es el camino para conquistar la acción conjunta, tomar conciencia de su necesidad, del beneficio que aporta.

Los problemas sociales graves son la base para que se desarrolle de manera más estable la lucha conjunta de los sindicatos obreros, las asociaciones agrícolas, las organizaciones de los trabajadores autónomos, así como asociaciones y grupos de mujeres de la OGE, organizaciones de científicos autónomos, artistas, para que se agrupen estudiantes secundarios, universitarios, para que se promueva la alianza social en la práctica.

En todo caso, la promoción de la alianza social requiere la ampliación de las fuerzas que se agrupan en el PAME, así como la mejora de las posiciones de los comunistas en el movimiento campesino y sobre todo en el movimiento de los trabajadores autónomos de las ciudades, para que se formen y funcionen asociaciones campesinas, uniones, federaciones de trabajadores autónomos en las ciudades, que se liberen de la influencia capitalista.

5. Todo lo anterior presupone una intervención ideológica y política planificada por separado y con medidas correspondientes (cargos en los órganos de dirección, formación de grupos partidarios, discusión en las OBP) a los campesinos y los trabajadores autónomos en las ciudades, su apoyo central con material de propaganda, artículos, informes internos sobre posiciones del Partido, crítica a otras fuerzas, intervenciones en el Parlamento, en los Consejos Municipales y Regionales etc.

Hay que prestar atención a la dirección para formar nuevos sindicalistas, para forjar características comunistas a través de su participación en todas las formas de luchas de clases, el trabajo para desarrollar su conciencia comunista a través de escuelas de formación partidaria, clases, seminarios, etc. Hace falta un calendario de acciones de información, reuniones y eventos especializados; un plan de reclutamiento, priorizando los sectores, los pueblos, el cultivo que tiene cierto potencial, donde hay que adquirir fuerzas, para formar un grupo partidario que tomará la iniciativa en hacer contactos en las asociaciones o establecerlas.

Los cuadros en todos los niveles, desde el Comité Central hasta los burós de las OBP, deben estar capaces de orientar a los Órganos y las OBP, dirigir a los concejales a los consejos directivos de organizaciones de agricultores de masas y de trabajadores autónomos de las ciudades.

Sobre la acción de las comunistas en el movimiento radical de mujeres (OGE)

1. Las comunistas en el movimiento de masas participan activamente en las asociaciones de mujeres que pertenecen a la OGE, que es una organización radical de mujeres con una historia de 44 años y que desde su fundación se ha opuesto al enfoque aclasista de las desigualdades a expensas de las mujeres, la orientación unilateral de los problemas que enfrentan las mujeres en términos de legislación y comportamiento de parte de los hombres. La acción de las mujeres comunistas en esta organización de masas no puede considerar que la agrupación de las mujeres se hace en base a una percepción política única, ni en base al grado de conciencia del problema de la desigualdad de las mujeres. El elemento unificador es -al menos en la intervención central de la OGE- la visión clasista de los problemas de desigualdad de las mujeres, en general de los problemas populares agudos, la reivindicación combativa por sus necesidades contemporáneas, su participación en las luchas obreras-populares.

Aunque se han dado ciertos pasos a causa del fortalecimiento de la orientación de algunos órganos de dirección, no se han aprovechado todas las oportunidades para llegar a las mujeres trabajadoras, a las madres, a las mujeres más jóvenes, a muchas estudiantes, que no se asocian políticamente al Partido. Bajo la responsabilidad de las mujeres comunistas, es necesario comprender el papel de este movimiento que luego de la fase de la pandemia debe entrar en una nueva fase de desarrollo, superando los problemas que haya traído la pandemia. Los miembros del Partido y de la KNE deben tomar la iniciativa para que las asambleas de las asociaciones y los grupos de la OGE sean masivas y que desarrollen un debate y acción más esencial  de cara al Congreso (que fue aplazado).

2. Las comunistas que participan a nivel nacional en otros órganos del movimiento de mujeres, trabajan para asegurar una buena orientación en la acción del consejo directivo, para la participación de trabajadoras, empleadas, mujeres trabajadoras autónomas en la ciudad y campesinas en las Asociaciones y los Grupos de la OGE. Aprovechamos la experiencia positiva y desarrollamos una actividad combativa multiforme, enfocando las reivindicaciones en el trabajo de las mujeres como derecho social universal, la responsabilidad social de protección de la maternidad y el apoyo de la familia, por la participación igual de las mujeres en la vida y las actividades sociales.

En el trabajo de los comunistas entre las mujeres utilizamos importantes elaboraciones centrales y promovemos acciones en el movimiento radical de mujeres para informar y reivindicar de manera combativa en base al tríptico de la estabilidad laboral, el ingreso laboral, los servicios sociales, de los que depende la calidad de vida, el tiempo libre, con demandas para trabajo estable y permanente, horarios fijos, abolición de las relaciones de trabajo flexibles, en defensa del festivo del domingo, con reivindicaciones contra el Estado burgués, las instituciones burguesas y la patronal capitalista. Estas acciones no solo no entran en conflicto con el movimiento sindical-obrero y los demás movimientos sociales radicales (de los trabajadores autónomos en las ciudades, los campesinos) sino que, al contrario, contribuyen a la lucha común por el aumento de la participación de las mujeres trabajadoras en las luchas obreras y populares.

Un frente de trabajo ideológico-político importante en las mujeres, que requiere mayor especialización, es la revelación y condena de las intervenciones imperialistas, de la OTAN, las bases extranjeras en Grecia, los acuerdos relativamente recientes entre EE.UU y Grecia, la acción conjunta con el EEDYE (Comité Griego por la Distensión Internacional y la Paz), el frente contra el uso de drogas, a menudo en acción común con las organizaciones respectivas, la solidaridad con los refugiados y especialmente con mujeres y niños.

Los órganos directivos y los Grupos Partidartios de las Asociaciones y los Grupos de la OGE deben abordar las conclusiones de sus campañas de los últimos años. Han ayudado abrir la discusión más ampliamente con mujeres de centros de trabajo, facultades, barrios, sobre el marco de lucha que destaca que los problemas de las mujeres de todos los aspectos de su vida social están relacionados con la fusión de la desigualdad de las mujeres y de la segregación clasista de la sociedad, la explotación capitalista.

Los órganos directivos deben mostrar determinación en la agrupación de estudiantes en el movimiento radical, en la acción combativa conjunta con las asociaciones de estudiantes, lo cual en la práctica significa hacer que los militantes y amigos de la KNE en las universidades estén conscientes de ello.

El Boletín de la OGE se puede utilizar más esencialmente por las mujeres cuadros y militantes, sin importar su cargo de responsabilidad, y por los grupos partidistas de sindicatos en sectores con gran participación de mujeres (p.ej. Comercio, Servicios, Telecomunicaciones, Turismo, Salud, Educación). De hecho, el Boletín de la OGE en los últimos años se ha mejorado en contenido y forma, se ha enriquecido con artículos de mujeres sindicalistas de los centros de trabajo.

Es imprescindible que los órganos directivos se comprometen a orientar las comunistas en las juntas directivas de las asociaciones de mujeres para desarrollar acciones conjuntas con sindicatos obreros, con las asociaciones de los trabajadores autónomos, con asociaciones de campesinos, para que su intervención adquiera un contenido sustancial, para que sus posiciones y demandas sean difundidas para los trabajadores y empleados se difundan en la vida y el funcionamiento de las organizaciones sindicales obreras. Hay que utilizar a nivel nacional, la experiencia de la acción común acumulada en Ática donde se están dando pasos más estables en esta dirección, sobre todo en el sector de Comercio con el desarrollo de la acción común sobre el festivo del domingo por el sindicato de empleados en el sector privado, la Federación de Asociaciones de Artesanos en Ática (OVSA) y la OGE.

La correlación de fuerzas actual en la Federación Democrática Internacional de Mujeres (FDIM) refleja la participación de un gran número de organizaciones en dirección socialdemócrata, y la situación negativa del movimiento comunista.

Un nuevo elemento del último período es que cada vez más organizaciones de mujeres de la FDIM adoptan puntos de vista burgueses y oportunistas de la corriente feminista en el movimiento de mujeres, así como los puntos de vista sobre el “género social”. A través de la intervención de la OGE se debe continuar el fortalecimiento de la orientación radical en el movimiento de mujeres, con organizaciones de mujeres masivas basadas en asociaciones de mujeres y sus miembros. Con su acción combativa deben apoyar los intereses, las demandas de las mujeres de posición u origen popular-obrero. Consideramos que en el contexto de la FDIM, las fuerzas de la OGE se han opuesto a la orientación de varias organizaciones de mujeres que apoyan principalmente a los gobiernos socialdemócratas burgueses, frente al modelo liberal de gestión burguesa así como a la postura de las organizaciones de mujeres frente a las intervenciones imperialistas, para rechazar las negociaciones de las clases burguesas y el atrapamiento en los diversos centros imperialistas. En estas circunstancias difíciles, las fuerzas de la OGE buscaron una acción conjunta con otras organizaciones, un deber que sigue actual.

El trabajo del KKE y de la KNE en los jóvenes de familias obreras y populares

La intervención del Partido y de la KNE en los hombres y mujeres jóvenes de familias obreras-populares puede proporcionar una salida sustancial a las preocupaciones relativas a su presente y futuro. Esta intervención ideológica y política, a través de la acción y la elaboración del contenido y las formas de lucha en el movimiento de masas, puede ser decisiva para que los problemas encontrados en los esfuerzos por la educación, el trabajo, el uso creativo del tiempo libre, el desarrollo de la actividad social, las relaciones personales, la formación de una familia, se conviertan en un terreno de reivindicación, acción colectiva organizada, para que los jóvenes reclamen sus derechos, sus necesidades contemporáneas.

Desde el XX Congreso, se han desarrollado luchas que alentaron iniciativas de fuerzas del Partido y de la KNE, no solo de forma independiente sino también en organizaciones de masas, por supuesto con diferencias en el nivel de movimiento de masas (luchas estudiantiles, levantamientos de estudiantes universitarios, movilizaciones sobre todo de docentes no permanentes, participación de los padres en manifestaciones para la Educación, etc.). Se destacan algunos rasgos positivos más permanentes en nuestra percepción sobre la intervención de los comunistas en el movimiento, especialmente en las áreas de la Educación, que se deben mantener y expandir como forma de pensar y actuar.

El trabajo en base a las especializaciones de nuestro programa en cada centro de trabajo y nivel de educación puede contribuir de manera decisiva a la capacidad de elaborar los objetivos de lucha en la acción viva del movimiento. Nos permite abordar la política gubernamental actual en el campo de la Educación desde un punto de vista de clase y de manera argumentada. Además, ayuda a abordar una serie de nuevas cuestiones o problemas que surgen agudamente en la Educación, aunque expresan los problemas del desarrollo de la sociedad burguesa (por ejemplo, pobreza lingüística, bullying, impacto en la conciencia de los jóvenes por la utilización capitalista del Internet, etc.).

Las conclusiones anteriores también se confirmaron en relación con las luchas estudiantiles, donde el tema de la formación ideológica de los jóvenes comunistas se convirtió en un elemento necesario, pero también en un factor que contribuyó -en la medida en que se desarrolló- a la resistencia y perspectiva del movimiento.

Sobre el movimiento estudiantil – la formación profesional y el aprendizaje

En las escuelas secundarias (inferior, superior y de vocación-EPAL) aunque se han dado pasos en la coordinación de las Organizaciones de la KNE con las respectivas Organizaciones del Partido para la revitalización del movimiento escolar estudiantil, la intervención en los consejos de estudiantes secundarios, es decir en el "corazón" del movimiento escolar estudiantil, sigue siendo débil y, de hecho, se ha intensificado el esfuerzo del gobierno, del aparato estatal y de otros partidos políticos, de intervenir en su contenido y funcionamiento.

La KNE, a través de sus miembros y amigos electos, debe jugar un papel principal en los consejos escolares estudiantiles, para que funcionen como instrumentos de lucha por los agudos problemas y necesidades de los estudiantes y mejorar su influencia en todas las escuelas del país.

Los cambios continuos en las escuelas, en el sistema de exámenes, en el conocimiento cada vez más osificado que proporciona la escuela, la vida cotidiana monótona y agobiante que genera estrés a los estudiantes, son factores claves para el desarrollo de luchas estudiantiles, es el terreno sobre el que la KNE y el Partido deben seguir trabajando, utilizando la elaboración de nuestra tesis sobre la "Escuela de Educación General Unificada de Doce Años", el folleto para estudiantes elaborado por el Comité de Estudiantes del Consejo Central que fue actualizado. Además, hay que fortalecer la reflexión y la oposición a las intervenciones militares, la expresión de solidaridad con sus víctimas, los refugiados y, en general, multiplicar las acciones contra el fascismo, el racismo y la marginación de personas debido al género, la religión, la orientación sexual, las acciones sobre cuestiones ambientales, el uso de espacios libres, etc. En todo lo anterior, nuestras fuerzas se enfrentan a la intervención multifacética del oponente que se despliega por muchos canales y con nuevas formas adaptadas a estos grupos de edad.

Sigue siendo urgente tomar medidas más decisivas para intensificar la lucha contra la ideología dominante, que se expresa tanto en los libros escolares como en varios programas escolares, por una amplia gama de patrocinadores, inspiradores y su personal (ONG, embajadas etc.) que ponen en marcha varios programas.

Se ha confirmado que la acción multifacética de los miembros y amigos electos de la KNE en las escuelas y en las aulas por todo lo que concierne a la comunidad estudiantil concede características combativas a los consejos escolares estudiantiles, da aliento y aviva su funcionamiento, promueve la discusión colectiva y la organización de los estudiantes y consolida nuestras propias fuerzas.

De esta manera, se puede incidir firmemente tanto en el contenido y en el marco de las demandas que adopta el movimiento estudiantil en diversas fases, como en el establecimiento de nuevas formas de organización del movimiento estudiantil, principalmente la de los Comités Coordinadores de Escuelas en los municipios. Las fuerzas de la KNE apoyan al Comité Coordinador de los Estudiantes de Atenas, que ha sido ampliamente reconocido y su acción ha sido reconocida a nivel nacional.

Este esfuerzo debe tener un mejor apoyo por la acción coordinada de nuestras fuerzas entre padres y maestros a nivel nacional, por región o unidad escolar.

Sin subestimar las debilidades, se han establecido ciertas condiciones para dar un paso claro en la expansión de los vínculos de la KNE en las escuelas, con la promoción de sus miembros a los consejos de estudiantes, a comités de coordinación bien establecidos a través de su actividad. ES nuestro deber apoyar este trabajo en el próximo período, con una actividad multifacética, centrándose en la Organización de Base de Estudiantes, en su contenido, en la posibilidad de abrir nuevos caminos de forma masiva con los estudiantes secundarios, con la mirada en la unidad escolar.

Es importante que los órganos de dirección del Partido y de la KNE refuercen su ayuda para que los propios estudiantes miembros de la KNE sigan desempeñando un papel protagonista en la creación y el fortalecimiento de un espíritu militante, en el reclutamiento, involucrándose más activamente y con confianza en el enfrentamiento político, con el ajuste necesario a la experiencia social de estos grupos de edad.

 

El trabajo en la Educación Profesional y el Aprendizaje es un trabajo de perspectiva en la clase obrera, en el reagrupamiento del movimiento obrero y la intervención en los trabajadores autónomos. Hay que fortalecer significativamente la coordinación del Partido y de la KNE por categoría de escuela, rama, especialidad y región. Las Secciones del Comité Central, los Grupos Partidarios en las Federaciones, los Centros Laborales y los sindicatos sectoriales junto con las fuerzas de la KNE deben preparar un plan de seguimiento, de elaboración de temas, de intervención y finalmente de construcción de organizaciones en la Educación Profesional.

Con nuestra intervención hay que fortalecer la participación activa de los estudiantes de las escuelas secundarias superiores de formación profesional (EPAL) en las luchas estudiantiles sobre los problemas comunes. Hay que confrontar las dificultades en la adquisición de una especialización técnico-profesional a causa de la degradación de sus estudios, que evidentemente afectan el desarrollo de un ánimo combativo. Nuestra intervención en las EPAL puede mejorarse en estos temas a  partir de la elaboración de nuestra posición sobre la Educación Profesional. En la planificación, hay que tener en cuenta de que se trata de un área de especial importancia por el propio origen de clase de estos niños que muchas veces trabajan en paralelo con sus estudios, así como el tráfico de drogas específico por círculos, las actividades de varios grupos, asociaciones de aficionados al fútbol, etc.

La masificación de los procedimientos de las Asociaciones de Estudiantes de Institutos Públicos de Formación Profesional, de las asambleas en las escuelas, puede ampliarse aún más con la intervención decisiva de las fuerzas de la KNE.

 

Sobre el movimiento estudiantil universitario

Las condiciones decisivas para dar pasos distintivos en el reagrupamiento militante del movimiento estudiantil universitario en dirección antimonopolista-anticapitalista son el desarrollo de nuestras fuerzas organizadas en las universidades, el fortalecimiento de su intervención ideológica y política polifacética vinculada con su disciplina académica, el estudio de la experiencia de nuestra intervención para el desarrollo de procesos combativos en los años anteriores, una tarea exigente para las fuerzas del Partido y de la KNE.

Cualquier paso positivo que se haya tomado ha sido marcado por nuestras fuerzas, pero no es sólido. El movimiento estudiantil universitario todavía está en una crisis profunda y en retroceso.

El fortalecimiento del Frente Militante de Estudiantes (MAS) con nuevas asociaciones en los últimos años expresa algunos elementos positivos que se han desarrollado en las asociaciones estudiantiles.

La experiencia acumulada en algunas organizaciones a partir de la elaboración de marcos de lucha, reivindicaciones, y la agitación, se puede generalizar y utilizar en la orientación. Abordar todos los aspectos de la vida de los estudiantes, las condiciones de estudio, la educación, el grado, la perspectiva profesional, temas de ciencia-investigación, de entretenimiento, de deportes, la cultura son una dirección que ayuda a movilizar a fuerzas más amplias, ayuda en muchos casos a destacar y luchar por las necesidades contemporáneas de los estudiantes. Podemos fomentar de manera más decisiva entre los miembros, principalmente de la KNE, una excelencia basada en la educación y el conocimiento marxista, en la capacidad de observar el objeto de estudio y tener un ojo crítico, que pueda distinguir en todo lo anterior, injertar ideas radicales y revolucionaras en las reflexiones y preocupaciones de los jóvenes, y tener un impacto positivo en el desarrollo del movimiento. En esta causa se pueden utilizar todas las publicaciones respectivas del Partido y de la KNE.

Esto es un tema de dirección que se debe conquistar y concierne la asistencia hacia los miembros del Partido y de la KNE en las universidades, para que los esfuerzos de agitación, información y debate con las demás fuerzas por la orientación de la lucha y por supuesto la acción militante en este territorio no sean fragmentados.

Frente a la planificación burguesa para la imposición del voto electrónico y una lista única en las asociaciones de estudiantes, nuestra intervención debe apuntar a fortalecer el debate sobre el valor de la lucha y de la organización colectiva-sindical, la necesidad de que existan asociaciones de estudiantes, con la participación masiva de los estudiantes que es un arma en su lucha colectiva organizada por sus derechos. Hace falta señalarlo con una actividad multiforme en todos los niveles (para el futuro laboral de los graduados, iniciativas por disciplina científica, sobre temas de Cultura, Deportes, Historia, etc.), destacando nuestra responsabilidad en primer lugar donde nuestras fuerzas son mayoritarias en los consejos directivos. Se precisa mayor apoyo de parte de los dirigentes al esfuerzo de masificar las asociaciones y las asambleas generales, para cambiar las correlaciones donde somos la minoría, estudiar y utilizar la infraestructura que se desarrolla en el movimiento estudiantil, la posibilidad de crear formas de organización por curso y departamento, particularmente allí donde es totalmente ausente la reivindicación colectiva incluso a causa de las condiciones de disolución en las asociaciones, el proceso de formación de nuevas asociaciones en los antiguos Institutos de Educación Tecnológica.

Con la mirada puesta en todos los aspectos
de la vida de los jóvenes

 

La lucha de los miembros del Partido y de la KNE, particularmente en los movimientos de los jóvenes, está inseparablemente ligada con la lucha por la cultura y los deportes, en total con la utilización creativa y cualitativa del tiempo libre, del ocio, del derecho a las vacaciones, etc. Buscamos difundir una actividad más amplia y multifacética que estará en conflicto con las consecuencias del dominio de la comercialización y el hecho de que lo anterior para muchos jóvenes hoy es un "lujo" muy caro o un hobby para quienes tienen tiempo para hacerlo. También se opondrá al intento de utilizarlos de muchas maneras para promover los valores y estándares del capitalismo, la competencia y la ideología burguesa.

Desde este punto de vista, es necesario hacer un seguimiento de los desarrollos en su conjunto e intervenir a un nivel político central. Sin embargo, es aún más imperativo  prestar atención en cómo integrar estos frentes en las demandas del movimiento de masas, cómo trabajar dentro de las asociaciones culturales, locales, asociaciones deportivas y recintos deportivos, cómo desarrollaremos políticas y otras iniciativas como centros de cultura para los jóvenes, entre otras, actividades deportivas que reunirán fuerzas y enviarán un mensaje combativo.

 

Lucha contra las drogas

 

Nuestro partido ha dado pasos para fortalecer el frente ideológico, político y social contra la difusión de las drogas y el estilo de vida que representan. Nuestra intervención se debe intensificar y adquirir características más estables.

Hay que centrar nuestra atención en:

a) el fortalecimiento de una amplia discusión en la dirección de resaltar las causas del fenómeno, en el marco del movimiento y de sus estructuras (sindicatos obreros, organizaciones juveniles, asociaciones de padres, asociaciones deportivas y culturales).

b) el estudio de las consecuencias de la dependencia en la formación de la conciencia y en la acción en los jóvenes, pero también la manera en que se forma una percepción de tolerancia por personas que hacen uso ocasional o nulo, hecho que tiene un efecto multiplicador y afecta negativamente la familiaridad con el fenómeno.

c) la promoción integrada del marco de demandas y reivindicaciones planteadas por el KKE y la KNE en todo el espectro de prevención, tratamiento, reinserción social e investigación, que se centra en las causas del fenómeno y las necesidades contemporáneas del hombre.

d) destacar la emergencia de que solo la fuerza del poder popular tiene todas las posibilidades para eliminar la dependencia de sustancias psicoactivas y es por eso que el KKE tiene un programa elaborado de cómo el poder obrero responderá a este fenómeno social.

Epílogo

El KKE emprende grandes tareas para el reagrupamiento del movimiento obrero y para la formación de la alianza social. El XXI Congreso considera que junto a los desarrollos negativos, existen al mismo tiempo reservas en el movimiento, varios brotes de resistencia que debemos ayudar que se revelen y que se expresen dinámicamente. La responsabilidad del Partido, de todos los militantes y dirigentes es cada vez mayor.

Luchamos por la masificación del movimiento sindical organizado. Estamos al frente del conflicto con el fatalismo y el miedo, la frustración y el conservadurismo, con todas las percepciones reaccionarias que se van fortaleciendo.

Estamos en la tercera década del siglo XXI. El arduo trabajo de los hombres y las mujeres comunistas, las personas con las que luchamos juntos para lograr nuestros objetivos, todas nuestras iniciativas individuales, deben mostrar de manera unificada que ninguna versión de la gestión burguesa antipopular en Grecia, en Europa y en el mundo da respuesta y solución al problema principal: Hoy en día, si bien existe todo el potencial para mejorar el nivel de vida de millones de trabajadores en nuestro país y en todo el mundo, los resultados son todo lo contrario.

La brecha, entre cómo un empleado puede vivir hoy y cómo eventualmente vive, está creciendo. Ahora, en el siglo XXI, la experiencia estudiada junto con el propio desarrollo objetivo de las sociedades puede conducirnos a la nueva sociedad, si los pueblos lo señalamos como meta, si decidimos mostrar nuestra verdadera fuerza. El pueblo aún no ha probado su fuerza, por lo que no debe haber desilusión sobre la efectividad de las luchas: la preparación de fuerzas para el contraataque obrero y popular es primordial.

En la lucha por la satisfacción de las necesidades populares contemporáneas, en la lucha contra la guerra imperialista y la participación de nuestro país en las organizaciones y planes imperialistas, podemos avanzar junto con miles de trabajadores, crear grietas al sistema explotador actual, al compromiso y al fatalismo, podemos construir una gran alianza social, no sólo para buscar alivio de los agudos problemas actuales, sino también para crear las condiciones previas necesarias para el derrocamiento radical, para el socialismo-comunismo.