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El KKE no participa en gobiernos antipopulares

Extractos de la entrevista del Secretario General del CC del KKE, Dimitris Koutsoumbas, con el diario “Proto Thema”

¿Qué significa hoy el término “Izquierda”?

La verdad es que se trata de un término que ha sufrido un abuso crónico tanto en Grecia como a nivel internacional.      

Sin embargo, en la conciencia de gran parte de nuestro pueblo, la izquierda aún significa cosas como la combatividad, la solidaridad, el amor para el pueblo trabajador. Significa ver el potencial de progreso que ha creado el trabajo y el pensamiento del hombre y conectarlo con la satisfacción de las necesidades contemporáneas del pueblo.

Por ejemplo, significa oponerse a la explotación patronal, y a cualquier otra forma de explotación del hombre por el hombre, oponerse al racismo y a la intolerancia. Estar siempre del lado de los débiles y “temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia”, como decía el Che Guevara.

Significa estar de lado de todos los pueblos del mundo y oponerse a los que los masacran y los oprimen por los intereses de unos pocos.

 

¿Es SYRIZA un partido izquierda y progresista?

¿De lo que he dicho anteriormente que recuerda a SYRIZA y su gobernanza? SYRIZA ha elegido la estabilidad de un sistema corrupto, los inversores, la Unión Europea, la OTAN. Sin embargo, las dos cosas al mismo tiempo son imposibles...     

 

¿Porqué descarta cualquier cooperación con ello?

Sus propios cuadros dicen que nuestros programas son “incombinables”. Sin embargo, han tardado una década en admitirlo y durante todo este tiempo han estado burlando del pueblo que se siente de izquierdas de que era culpa nuestra, que somos “estancados en nuestras posiciones” porque no entramos en acuerdo con ellos. Más vale tarde que nunca...

No obstante quisiera aclarar una cosa: El hecho de que no participamos en un gobierno antipopular con SYRIZA o con cualquier otro partido del sistema, no significa que no estamos abiertos a encontrarnos con gente popular, luchadores honestos que creyeron en estos partidos en el pasado, fueron decepcionados y hoy ven la única esperanza en el KKE.

De todos modos, esto se nota también en nuestras listas para las elecciones. Mire por ejemplo la candidatura de Konstantina Kouneva en la primera circunscripción de Atenas, que fue eurodiputada de SYRIZA y tiene un simbolismo especial por las luchas que ha dado y por todo lo que ha sufrido; o de Asimina Xirotiri en la lista nacional, que había sido electa prefecta de Tesalónica y diputada de Synaspismos y DIMAR, u otros luchadores que habían sido diputados electos con SYRIZA y ahora participan en las listas del KKE.

 

Mucha gente dice que el KKE se conforma con jugar un papel de oposición al gobierno...

Los que dicen esto, y me refiero a los cuadros de otras fuerzas políticas, ¿cambiarían posición con nosotros? Que se vengan un día con los comunistas a ver como es entrar en conflicto con su empleador, ser el blanco de ataques, sacrificar su tiempo personal para detener desahucios y subastas, para estar al lado de la gente que lucha...

E incluso sin tener ningún beneficio económico de todo ello, sino, al contrario, contar pérdidas en muchos casos porque uno puede acabar despedido o dejar pasar una oportunidad individual que se presenta para mantenerse fiel a sus principios.

Esto es lo que hacen los comunistas, esta es en primer lugar la oposición del KKE y por eso debe ser reforzado. En el parlamento también. No me imagino que los partidos que disputan sobre quién tiene el mayor chalé y piscina llamen conformados a los diputados del KKE que entregan todo su sueldo al Partido y viven como un trabajador medio.

 

Además afirman que una posible cooperación gubernamental con SYRIZA obligaría al KKE a comprometerse y retirarse de sus posiciones “rígidas” y de ahí viene el “NO” a cualquier cooperación gubernamental.

Si participáramos en cualquier gobierno antipopular, no solo nos retiraríamos de nuestras posiciones sino que además nos convertiríamos en algo distinto de lo que somos y de lo que esperan de nosotros los trabajadores que -a pesar de las diferencias particulares- dicen que el KKE es el partido más fiable. Imagínese por ejemplo si hubiéramos participado en el gobierno de SYRIZA-ANEL en 2015, existiría nuestra firma también en la privatización de TRAINOSE, en la transferencia de préstamos morosos a  fondos, en la ley de Katrúgalos que impuso un recorte en las pensiones.

         

¿Con nadie?

Nosotros seremos el único contrapeso frente a cualquier gobierno antipopular y el único apoyo del pueblo que después de las elecciones deberá salir a la palestra con mucha más fuerza.

Cuánto más fuerte sea el KKE y más débil el próximo gobierno, más fuerte será el pueblo. Y nuestro pueblo necesita que el KKE sea más fuerte, sobre todo con lo que tenemos por delante. Mire lo que pasa con las quiebras de bancos en todo el mundo. Son los problemas conocidos del capitalismo pero de nuevo se intentará cargar el peso a las conocidas bestias de carga.

 

¿No hay diferencias entre SYRIZA y la Nueva Democracia?

Las hay, porque si no hubiera diferencias serían un partido, no dos. Nosotros no decimos que son idénticos, sino que coinciden en lo básico, en las líneas básicas, como lo que le dije antes. Por eso SYRIZA votó a favor de la mitad de los proyectos de ley de Mitsotakis, y viceversa.

De ahí en adelante, discreparán en algunos temas porque uno por ejemplo tiene relaciones con armadores, otro con industriales o banqueros. Por supuesto tienen diferentes puntos de partida, aunque en gran medida SYRIZA se ha transformado también a nivel organizativo, ha reunido a los miembros del antiguo PASOK y ahora también reúne a la “derecha de Karamanlis”; ya ni siquiera es lo que se solía decir  “izquierda renovadora”.

Y sabe usted muy bien que estas pequeñas diferencias son tonificantes para el  bipartidismo porque se agrandan para mostrar al pueblo la imagen de que son tan distintos como el día y la noche, de modo que cuando la gente se decepcione de uno, vaya al otro y viceversa.

 

Es posible que el “estatismo”, es decir la estatificación de todos los servicios y mecanismos, crea una repulsión a amplios sectores de la población? 

El pueblo es aborrecido del Estado actual y tiene razón porque es un Estado hostil a él. Porque le persigue con impuestos y subastas, aprueba leyes en su contra, se caracteriza por burocracia en los casos que le conviene mientras que funciona con procesos “fast track” en otros casos, porque no hace obras de protección contra las inundaciones, obras contra los terremotos en las escuelas, porque no limpia los bosques para evitar los incendios etc.

Nosotros no estamos a favor de este Estado. No decimos simplemente “estatificación”, como la que hará, como dice él mismo, Mitsotakis con respecto a EYDAP, mientras el agua seguirá siendo mercancía. Nosotros hablamos de “socialización”. Es decir que las empresas, las fábricas, los puertos, los aeropuertos, los astilleros y el ferrocarril pertenezcan a los propios trabajadores que trabajan allí. No haciendo a los trabajadores accionistas, como dicen muchos, sino poniendo todo esto bajo el control de un Estado diferente, genuinamente popular, que debemos construir desde el principio, un Estado y un poder de los trabajadores.

 

¿En qué consiste la frase del KKE “cuando lo decida el pueblo”? Algunos interpretan esta frase como “revolución con armas”, otros como un levantamiento general y destrucción...      

Cuando el pueblo lo decida, encontrará la manera de expresar su voluntad, como lo han hecho los pueblos en toda su historia. Entonces nada lo detendrá. Porque sabe usted muy bien que el establecimiento antiguo hará todo lo posible para impedir tales cambios radicales. Nosotros no tenemos miedo de la palabra revolución y declaramos nuestra admiración tanto de las revoluciones que derribaron el feudalismo y llevaron el capitalismo a todos los países, como la francesa y la griega, y por supuesto de las revoluciones que llevaron el socialismo por primera vez a muchos países en el siglo pasado, como la Revolución de Octubre en Rusia, la Revolución Cubana y otras.

Ciertamente no se trata de destrucción sino de la construcción de una sociedad muchas más justa y de un mundo mejor.

 

En las circunstancias internacionales actuales, en caso de un poder popular y de desmantelamiento de las bases estadounidenses, ¿esto no sería un acto hostil a los aliados actuales que resultaría al aislamiento de la pequeña Grecia y, lo que es peor, a la provocación de un episodio caliente con Turquía?

Dígame una cosa. Hoy que estamos participando activamente en la OTAN, ¿no hay episodios calientes? ¿Qué fue lo que sucedió en febrero de 2020 en Evros o después, el verano del mismo año con el buque de investigación en la plataforma continental griega? Por no hablar de la invasión en Chipre que fue una verdadera guerra...

Cuando llevan los tanques militares de las islas para enviarlos a Zelenski, a petición de la OTAN, ¿no nos ponemos más débiles ante el vecino agresivo?

¿No se extienden las bases de EE.UU por todo el país? ¿No se utilizan para enviar material militar de la OTAN hacia el norte? ¿No se convertirán en objetivo de ataque por el bando opositor si se generaliza la guerra o si se convierte una guerra formal entre la OTAN y Rusia? Estamos hablando de nuestras ciudades: Larisa, Alexandrúpolis, Chania...

         

Pero entonces estaremos completamente aislados...

Déjeme que le diga una cosa sobre el aislamiento... ¿Acaso las sanciones contra Rusia, Irán y otros países en los que participamos como miembros de la OTAN y la Unión Europea, no nos aíslan de otros pueblos con los que teníamos y podríamos tener relaciones, que ellos podrían comprar nuestros productos agrícolas, vendernos petróleo y gas natural mientras no explotamos nuestros propios yacimientos, venir de vacaciones en nuestro país y tantas otras cosas?

Así que lo que describe usted ya existe. Nosotros no estamos engañando a nadie. Y proponemos un camino en que habrá dificultades. Sin embargo, serán dificultades en un camino que lleva a algo mejor.

 

Para muchos, esa posición de independencia y neutralidad parece poner combustible en los cimientos del país.

Sin embargo, nosotros no buscamos aislar el país, si se refiere a esto. Ni tampoco queremos “salir de Europa” como dicen algunas personas como si fuéramos a llevar el país a Australia... Europa existía antes de la Unión Europea y seguirá existiendo en el futuro.

Para que uno entienda lo que dice el KKE, debe pensar las cosas en movimiento, no de manera estática. Es decir, no es posible que en Grecia tomen lugar cambios históricos y en el resto de los países no ocurra nada.

¿Podía alguien imaginar hace 20 años que el Reino Unido se desvincularía de la Unión Europea o que Finlandia, que se consideraba la definición de la “neutralidad”, habría entrado en la OTAN? Así que las cosas cambian. Lo importante es que los pueblos pongan su sello en los cambios y no se dejen arrastrar por otros intereses que determinan estos cambios actualmente.

 

La desvinculación de la OTAN y la UE suena bien al oído pero la realidad parece una pesadilla.

Nosotros buscaremos la cooperación en pie de igualdad con todos los países vecinos y otros países, y solo la desvinculación de las alianzas imperialistas en las que participamos actualmente nos permitirá hacerlo.

     

¿Es posible que el recuerdo del socialismo que se construyó todavía arroja una sombra pesada en las decisiones particularmente de las masas?

Sin duda existe una sombra. Pero no sé si se trata de la sombra del recuerdo o  la de la ausencia. Seguro que hubo graves problemas y errores en el proceso de la construcción del socialismo en la Unión Soviética y otros países, seguro que muchos tienen un recuerdo y una imagen distorsionada porque se han vertido toneladas de tinta de propaganda anticomunista.

Pero lo que pesa principalmente es el pensamiento de que “el socialismo existía y ya no existe, así que posiblemente fracasó”. Ya no existe el “faro” que teníamos entonces y podíamos decir a la gente “mira, allí tienen estos derechos; podemos tenerlos aquí también si luchamos en esta dirección”.

Por eso, desde hace años hemos empezado y está en curso un enorme esfuerzo para estudiar y determinar las causas que llevaron a este resultado. Todos los elementos nos llevan a una conclusión básica: de que al final no fue el socialismo que fracasó, sino el intento de resolver problemas del socialismo con “recetas” del capitalismo.

 

21.04.2023