Multitud de gente atendió a los eventos centrales del 46o Festival de la Juventud Comunista de Grecia (KNE) que tuvieron lugar en Atenas los días 17, 18 y 19 de septiembre de 2020, cumpliendo estrictamente con las medidas necesarias para la seguridad y la protección de la salud.

Fue un gran Festival, diferente y al mismo tiempo familiar, que hizo un fuerte llamamiento en la lucha diaria por los derechos a la educación, al trabajo, a la salud, a la vida. ¡Fue un Festival de esperanza y de optimismo!

Este año, muchas organizaciones juveniles comunistas y antiimperialistas que no pudieron asistir al festival, a causa de la pandemia, enviaron video-mensajes.

El Secretario General del CC del KKE, Dimitris Koutsoumpas, destacó en su discurso lo siguiente: “El Festival de este año es especial no solo porque se celebra con todas los medidas de protección necesarias. Después de todo, la disciplina consciente de los miembros y de los amigos de la KNE en las medidas de protección de la Salud pública es algo que reconocen incluso nuestros adversarios.  Son ellos mismos que se molestan porque saben que esta disciplina contiene la indisciplina en el injusto sistema de explotación.

El Festival de este año es especial por su mensaje en la situación sombría que atraviesa nuestro pueblo. La consigna “Socialismo, para poder “respirar”, para que la vida sea victoriosa”, se originódel último clamor de George Floyd, que estaba asfixiando debajo de las rodillas del policía estadounidense, pero en fin este clamor se está creciendo en todo el planeta y en nuestro país.

Es el clamor de la pobreza, de la inseguridad, de los refugiados, del desempleo, del trabajo no remunerado, de la injusticia, del racismo, de la explotación de la mayoría por un puñado de parásitos que nada en riquezas.

La salida a este clamor se puede encontrar solamente a través de la lucha de clases, su intensificación, la participación de cada vez más gente, sobre todo de edades más jóvenes de trabajadores en la lucha organizada, con el objetivo claro y fijo: Poner obstáculos en lo peor luchando para que la vida sea victoriosa, para que la clase obrera gane logrando su propio poder, construyendo la nueva sociedad, la sociedad socialista.

El Festival de este año es especial porque va en contra de la corriente. Porque sacude las conciencias que se bombardean diariamente con posiciones como que “nada cambia” o la posición venenosa de que “no hay lugar a luchas, hay que tener unidad nacional”.

El Secretario General del CC del KKE señaló con respecto al desarrollo de la pandemia que “los sistemas de salud públicos, incluso en las metrópolis del capitalismo, se están probando, colapsando y arriesgando la vida de cientos de miles de personas. La crisis capitalista se manifestó antes de lo esperado. Su peso, día a día, se carga sobre los que pagaron la crisis anterior, es decir, los trabajadores, las capas medias pobres. Es la nueva oportunidad para que el gran capital acabe con todo lo que obstaculiza su rentabilidad. Es decir, acabar con todos los derechos obreros que todavía existen.

En el terreno de la nueva crisis capitalista mundial se están intensificando los antagonismos peligrosos entre los centros imperialistas y las clases burguesas de cada país. Esto se manifiesta en muchas ocasiones. Incluso con lavacuna.

No es casualidad que se está creciendo el discurso acerca de la “diplomacia de las vacunas”, lo cual en fin muestra el criterio detrás de estos juegos, que es lograr una ventaja en el antagonismo y mayor rentabilidad para las empresas.

Parte de este rompecabezas de antagonismos son los acontecimientos muy peligrosos para el pueblo griego y los pueblos de la región. Desde los Balcanes hasta África de Norte, del Egeo hasta el Medio Oriente.

Los factores anteriores, a pesar de su relativa independencia, afectan el uno al otro, no “coincidieron” a causa de las coyunturas como sostiene el gobierno y los demás partidos burgueses, que hablan de una triple crisis (“económica”, “sanitaria”, “nacional”), como si esta triple crisis hubiera caído del cielo o fuera el  resultado de nuestro triste destino.

Este análisis oculta la esencia clasista y más profunda de los acontecimientos. Oculta que todos los factores se refuerzan mutuamente y que cada uno es la continuación del otro.

En realidad se trata de manifestaciones de la misma política, que se centra en asegurar la rentabilidad del capital a todos los niveles, sacrificando al mismo tiempo las necesidades del pueblo.

Se trata de los impasses, de la barbaridad, de la podredumbre del propio sistema capitalista, que los pueblos están llamados a pagar incluso con su propia vida, en caso guerra.

Es lo que se ha reflejado muy acertadamente, con motivo de la pandemia, en la consigna “el capitalismo es el verdadero virus”.

Dimitris Koutsoumpas habló extensamente de las relaciones greco-turcas, del desarrollo de la pandemia y de la crisis capitalista en Grecia, de los objetivos de lucha que plantea el movimiento obrero y popular y agregó que: “no es  exagerado tener hoy, en el siglo 21, un trabajo estable con buen salario y derechos, disfrutar de servicios de salud y educación de alto nivel, tener alto nivel de cultura, deportes, vivir en un ambiente humano. Sí que podemos. Este es el plan del KKE. Un plan para el presente y para el futuro. Con su Programa  subversivo indica el camino para una organización diferente de la sociedad y de la economía, con el pueblo en el poder y dueño de la riqueza que produce. Esta es la nueva sociedad, que no solo la imaginamos sino que luchamos diariamente para traerla más cerca lo antes posible.

¡Socialismo! Para que la vida sea victoriosa!”