Los acontecimientos en Bielorrusia están vinculados a la intervención de la Unión Europea, la OTAN y EE.UU en los desarrollos, y son el resultado del antagonismo feroz de estas fuerzas con Rusia por el control de los mercados, las materias primas y los redes de transporte en el país, así como por apoyo geopolítico en Europa Este y en la región eurasiática más amplia.

Es ridículo y al mismo tiempo provocativo el hecho que se están utilizando como precursor de las intervenciones de la UE y de EE.UU, supuestamente a favor de la “libertad” y la “democracia”, Polonia y los País Bálticos de la UE en las que se perpetran flagrantes violaciones de derechos democráticos y libertades, como son los juicios contra periódicos de la oposición y el encarcelamiento de comunistas, la restricción o incluso la prohibición de la actividad de los partidos comunistas.

Por supuesto, la solución para el pueblo de Bielorrusia no es que se mantenga el actual régimen burgués, que opera en el marco del mercado y de la barbarie capitalista, atrapado entre las “piedras de molino” de los antagonismos interimperialistas, como lo ha demostrado la última visita de Pompeo a este país. El pueblo trabajador no puede ni debe subyugarse a llamamientos como los del actual presidente de “quedarse lejos de la política”. Es justamente lo contrario lo que debe hacer.

El KKE, condena la injerencia extranjera en los asuntos internos de Bielorrusia, expresa su solidaridad con los comunistas y el pueblo trabajador de Bielorrusia y su convicción de que éste puede y debe organizar su propia lucha independiente en base a sus intereses, para repeler las intervenciones extranjeras, reclamar la satisfacción de sus necesidades populares contemporáneas, allanar el camino para el socialismo, que es la única alternativa a los impasses de la vía de desarrollo capitalista.

Atenas 17/8/2020                                           La Oficina de Prensa del CC del KKE